La Uocra había denunciado en mayo de este año que no se cumplían las normas de seguridad en la obra. “Los inspectores venían pero no pasaban el portón”, explicó uno de los obreros (Clarín, 10/9/2016). Desde la Agencia Gubernamental de Control se excusaron diciendo, al mejor estilo Anibal Ibarra, que la obra “se encontraba registrada y no presentaba ninguna denuncia. Fue verificada en cinco ocasiones” (Página/12, idem). En Buenos Aires las construcciones sin control ni normas de seguridad se siguen cobrando la vida de trabajadores, mucho menos importantes para Horacio Rodríguez Larreta (actual Jefe de Gobierno) que los negociados inmobiliarios.