El pasado martes 13 de septiembre, durante la sesión de la Asamblea Universitaria, se tendrían que haber votado los cambios propuestos por el CEEREUNA (comisión para el estudio de la reforma), pero los decanos y docentes que participaron decidieron darle la espalda a los estudiantes, impidieron que participaran de la asamblea y no trataron lo discutido durante meses por la comisión.
Como respuesta a este intento de seguir perpetuándose en los cargos con abultados sueldos, los estudiantes rodearon el recinto reclamando contra el quórum propio de los docentes y autoridades, e impidieron la salida de asambleístas. El Ministerio Público presentó una denuncia y orden de detención de 4 estudiantes, acusándolos falsamente de privación ilegítima de la libertad. Producto del repudio generalizado al otro día el ministerio decidió levantar la acusación.
Actualmente todas las facultades de la UNA se encuentran de paro y el pasado martes 20 de septiembre, a pesar del amedrentamiento del ministro de Educación, más de 10.000 estudiantes con una gran apoyo popular marcharon exigiendo que ningún estamento tenga mayoría propia; para terminar con los cargos designados a dedo; por la elección de los miembros del Tribunal Electoral y contra la reelección indefinida de las autoridades. También la movilización se expresó en contra del maquillado presupuesto educativo del gobierno, exigiendo un verdadero aumento del mismo.
Los estudiantes ratificaron su compromiso con la reforma el pasado jueves en la asamblea general de la UNA, donde se votó por unanimidad el rechazo a la propuesta del gobierno nacional y universitario. Desde la Juventud de Izquierda Socialista en la UIT-CI repudiamos la criminalización de la protesta impulsada por el gobierno y nos solidarizamos con la lucha de todos los estudiantes de la UNA por una reforma inmediata que garantice la democratización de los órganos de gobierno de la universidad y por una educación de calidad.