El país caribeño, cuna de la primera revolución antiesclavista y anticolonial del hemisferio, aún no se ha recuperado del devastador terremoto del año 2010 y padece una ocupación militar extranjera desde el año 2004, cuando un golpe de estado con participación yanqui dio lugar a la instauración de un régimen apuntalado por una misión militar de la ONU, con soldados de Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguay y otros países latinoamericanos. Los militares extranjeros, además de reprimir al servicio de gobiernos antipopulares, también propagaron en 2010 una epidemia de cólera y han sido acusados de graves violaciones a los Derechos Humanos.