Los bosques nativos están en proceso de degradación por deforestación. Desde 1990 se perdieron 7,6 millones de hectáreas, el equivalente a la provincia de Formosa. Todo para incrementar, fundamentalmente, la producción de soja.
Según el ranking realizado por la FAO, la Argentina esta novena entre las 234 naciones que menos cuidan sus bosques. Macri, con su presupuesto, empeorará esta situación.
Los bosques nativos cumplen inapreciables funciones para la vida, protegen el suministro de agua potable y disminuyen la concentración de carbono liberado por la actividad industrial, entre otros beneficios.