En la misma causa judicial está previsto que declaren esta semana el ex ministro de Planificación Julio De Vido y José López, el ex secretario de Obras Públicas detenido. Mientras tanto Austral Construcciones, la empresa de Báez que durante el período kirchnerista ganó 2.200 millones de dólares, presentó un concurso preventivo para informar a sus acreedores que no puede pagar deudas, amenazando con dejar a los trabajadores en la calle.
Si bien nadie puede creer que los tribunales actúan de manera independiente, es inocultable que el kirchnerismo gobernó al servicio de las multinacionales y del enriquecimiento de sus dirigentes. Por eso otorgó toda clase de ventajas a las megamineras y petroleras, entregó subsidios multimillonarios a empresas privadas del transporte y realizó grandes negociados con la obra pública sin resolver los problemas de infraestructura del país. Los esquemas de blanqueo de dinero de la corrupción han salido a la luz en las causas contra el ex secretario de transporte Ricardo Jaime, López, Báez (actualmente preso) y De Vido. Tienen que devolver lo que robaron.
Aunque muchos jóvenes o trabajadores aún puedan ver con alguna expectativa al kirchnerismo como oposición al macrismo, queda claro que con estos gobiernos patronales no hay salida. Tenemos que levantar una alternativa de izquierda, como venimos planteando desde el FIT y ratificaremos en el acto del 19 de noviembre en Atlanta.