El neonazi Alejandro Biondini, de Bandera Vecinal, vio respaldadas sus posiciones e ironizó en las redes sociales: “Primero Lanata, ahora Pichetto… hoy me siento un moderado”, haciendo referencia tanto a las declaraciones de senador kirchnerista como a las del conductor de Periodismo para Todos, quien también criticó que los inmigrantes accedieran a universidades y hospitales estatales.
El secretario de Derechos Humanos del gobierno de Macri, Claudio Avruj, suscribió a esta línea xenófoba: “estamos de acuerdo con las declaraciones de Pichetto sobre la inmigración” (Infobae, 6/11), aunque posteriormente se desdijo. La mayoría de los dirigentes kirchneristas optó por el silencio, mostrando las hilachas de su doble discurso latinoamericanista. Desde la izquierda repudiamos enérgicamente estas posiciones.
En momentos de crisis económica y social, los políticos tratan de incentivar la xenofobia y la discriminación, para desviar el descontento popular hacia los inmigrantes, bajo falsas acusaciones de acaparar recursos públicos y el empleo o que son delincuentes. Por ejemplo, Macri, como jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, llegó a afirmar que “todos los días llegan entre 100 y 200 personas nuevas a la ciudad, que no sabemos quiénes son, de la mano del narcotráfico y la delincuencia” (La Nación, 10/12/2010).
El discurso en contra de que los inmigrantes accedan a la educación y la salud pública encubre la intención de avanzar hacia la privatización y el cobro de aranceles. La apertura hacia la inmigración también es una conquista que se pretende destruir, en un país diverso a cuyo desarrollo han aportado inmigrantes de distinta procedencia a lo largo del último siglo y medio.
Quienes descargan la crisis sobre la población obviamente no son los estudiantes latinoamericanos ni los trabajadores inmigrantes, muchas veces sobreexplotados bajo contrataciones precarias; no son ellos quienes se apropian de recursos públicos y los depositan en cuentas de Panamá o Las Bahamas. Quienes se enriquecen con nuestro trabajo e imponen el ajuste y el saqueo de las multinacionales, son el gobierno de Macri y los falsos opositores del FpV como Pichetto, únicos culpables de que esta crisis la estemos pagando los trabajadores.