Con la conducción de Moreno, el MAS enfrentaba un enorme desafío: convertirse en un partido revolucionario con influencia de masas luchando por el desarrollo de nuevas direcciones sindicales y políticas entre los trabajadores con la bandera de la democracia obrera, ejemplo que se incubaba en las asambleas que votaban a mano alzada. El “morenismo” mientras el estalinismo era todavía una potencia mundial, educaba en la lucha por el socialismo con democracia obrera.
Hugo Bressano, principal dirigente latinoamericano del trotskismo de posguerra y uno de los más destacados del mundo tras la muerte de Trotsky, rebautizado “Nahuel” (el “Tigre”) por Liborio Justo, fundador del trotskismo argentino, murió súbitamente cuando solo tenía 62 años y “todavía tenía mucho para dar al movimiento revolucionario internacional” como bien destaca su colaboradora y amiga Mercedes Petit quien prologa esta reedición.
Es imposible resumir la vida y obra de Moreno en un recuadro. En enero se cumplirán treinta años de su fallecimiento y no exageramos al decir que seguimos extrañándolo. Pero así es la vida. Por eso la reedición de este trabajo, un impecable esbozo realizado por Aníbal Tesoro y Carmen Carrasco en 1988, es de lectura indispensable para toda la militancia, la vieja y la nueva. Nada más lejos de nuestro espíritu que sacralizar, pero nada más justo que reconocer, con conocimiento y pasión, a quien nos dejó un legado político, teórico, programático y ético, que sigue vigente: el de confiar en las fuerzas de la clase trabajadora mundial y el de brindar la vida por la causa de la revolución socialista internacional.
“Lo vamos a recordar...”, se cantó incansablemente al despedirlo. Tres décadas pasaron y el Esbozo Biográfico nos acerca, otra vez, a Hugo.