En el año 1995, en pleno gobierno de Menem, la avanzada privatizadora sobre las empresas estatales le dio un duro golpe a la empresa estatal Agua y Energía Eléctrica, quedando cientos de trabajadores en la calle y con el ingreso de nuevos trabajadores en condiciones de precarización, sin derechos laborales y fuera de convenio.
Ahora, producto de una lucha sostenida por asambleas desde abajo, lograron imponer el reclamo del convenio colectivo, cuando la burocracia planteaba dar la pelea por un bono de fin de año.
La pelea por el convenio se transformó en bandera de todos los trabajadores de Luz y Fuerza. En una asamblea general se le impuso a la conducción del gremio que se pusiera a la cabeza del reclamo. Esta organización desde las bases se corporizó en la Coordinadora Todos a Convenio, quedando constituida como herramienta de organización de base para mantener las exigencias. Este triunfazo demuestra que la unidad, la organización y la lucha permiten recuperar conquistas de los trabajadores, y plantea el desafío de avanzar por nuevos derechos.
Mientras el gobierno de Macri y los gobernadores en acuerdo con el empresariado plantean mayor flexibilización laboral y la pérdida de derechos de la clase trabajadora, la lucha y el triunfo de Luz y Fuerza Tucumán tonifican la pelea de los trabajadores de otros lugares del país. Y demuestra que los trabajadores no están dispuestos a ceder conquistas históricas, sino que por el contrario, organizados, pueden lograr el pase a convenio de los compañeros que aún están por fuera en otras empresas tercerizadas. ¡Viva la lucha de los trabajadores de Luz y Fuerza Tucumán!
Corresponsal