Los títulos de las reseñas periodísticas difundidas por los referentes del Nuevo Mas y el MST dan cuenta de su propósito: “Crearán una nueva alianza de izquierda para competirle al FIT”, “La izquierda tiene competencia: Nuevo Mas y el MST salen al ruedo”. La declaración política suscrita por las dos organizaciones dedica casi la mitad de su extensión a criticar al FIT.
Se trata de dos organizaciones que nunca tuvieron la intención de incorporarse al único frente que desde hace cinco años ha avanzado en el terreno de la unidad de la izquierda. El MST en todos estos años ha insistido en promover lo que llaman “alianzas amplias”, mientras que han considerado “sectario” construir un frente de izquierda sin políticos patronales. Por eso se aliaron con Luis Juez, quien actualmente es embajador del macrismo en Ecuador, con Proyecto Sur de Pino Solanas, con centroizquierdistas como De Gennaro y Maffei del Frente Popular, con el MIJD de Raúl Castells y el partido de la ajustadora y represora ex gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos. Su orientación fue buscar acuerdos con esos sectores.
El Nuevo Mas, por su parte, se separó de las discusiones que dieron origen a la conformación del FIT en el año 2011. Tal y como admitían en agosto del año pasado, dicho partido “se negó a entrar al FIT” y alegó que ingresar habría comprometido “su existencia” (Socialismo o Barbarie, 344, 8/15). Para disfrazar su orientación de no ingresar al FIT, el Nuevo Mas hizo exigencias totalmente desproporcionadas que fueron rechazadas de forma unánime por todos los partidos que conformamos el FIT, para intentar luego decir que se le negaba el ingreso, una falsedad evidente. Un doble discurso como el expresado ante el acto de Atlanta, que primero denunciaron como “electoralista” para luego quejarse de no haber sido invitados (!). Al igual que el MST, el Nuevo Mas no tuvo la política de ingresar al único espacio unitario de la izquierda que se constituyó en estos años. Por eso lo que hicieron durante años fue atacar al FIT y afirmar que era un frente mal concebido. Su política equivocada los llevó al aislamiento y una crisis cada vez mayor, y su frente contra el FIT es la expresión de esa crisis.
Hasta hace muy poco, el Nuevo Mas no consideraba al MST una organización de izquierda. En julio del año pasado el Nuevo Mas afirmaba que el MST “no es considerado entre las filas de la izquierda como una organización con independencia política” (“Carta pública a Patria Grande y la izquierda independiente”, mas. org.ar). Meses antes habían escrito que no tendría nada de progresivo lanzar candidaturas comunes “con fuerzas que se han auto-titulado ‘de izquierda’, pero que son tendencias opuestas a la independencia de clase. Es el caso de la UP de De Gennaro, el PCR-PTP, Patria Grande y el MST.” (Socialismo o Barbarie 319, 1/2015). Sin que el MST haya cambiado esa orientación política, el Nuevo MAS se embarca en una alianza con quienes hace poco calificaba como “los renegados del trotskismo”.
El FIT siempre estuvo abierto al resto de la izquierda, y lo seguirá estando. Se demostró en el acto de Atlanta, que no se realizó “a puertas cerradas” como aseguraba el Nuevo Mas, sino que contó con la participación de organizaciones como Comunismo Revolucionario, el Frente Darío Santillán, Izquierda Revolucionaria, Juventud Guevarista, COB-La Brecha, y otras; o con la participación de Pueblo en Marcha, MP La Dignidad, CR y otras organizaciones el año pasado en las listas del FIT en la Capital. Lamentamos que el MST y el Nuevo Mas unan esfuerzos contra el FIT y la unidad de la izquierda.