Como si esto fuera poco el rectorado, con la complicidad de la conducción del centro de estudiantes (Liga Federal-PJ) recurre a intimidaciones, aprietes y persecuciones a los docentes y a los estudiantes que expresan su solidaridad con el reclamo.
La semana pasada un grupo de docentes inició un paro y se realizó por primera vez en la historia de la UnLaM una clase pública en la entrada del predio universitario que contó con la presencia de 200 estudiantes y docentes, entre ellos nuestros compañeros de la Juventud de Izquierda Socialista, representantes por minoría de la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes.
Vamos por la reincorporación de todos los despedidos, por un sindicato y un Centro de Estudiantes independiente de las autoridades. La Conadu debe ponerse a la cabeza del reclamo por los despidos.