Nov 26, 2024 Last Updated 9:10 PM, Nov 25, 2024

¿Qué pasó en el acto? Una nueva claudicación de la CGT

vista de la masiva movilización de la CGTLa marcha del 7 de marzo fue multitudinaria, mostrando la bronca contra el gobierno. Pero el triunvirato cegetista se negó a ponerle fecha al paro y la marcha terminó en medio de un escándalo. “Poné la fecha”, fue el grito de miles esa tarde.

Escribe José Castillo

La burocracia de la CGT se había pasado todo el 2016 haciendo malabares para no llamar a un paro general, en el marco de su acuerdo con el gobierno. Pero la presión y la bronca eran tan grandes que no pudo escapar a convocar al acto que finalmente terminó realizándose el 7 de marzo. Toda la expectativa estaba en que ese día se iba a convocar a un paro para fines de marzo.

Ya en los días previos el triunvirato de la CGT hizo todos los esfuerzos para acotar lo más posible la movilización. Insistieron en que se trataba de un acto “en defensa de la industria nacional” e invitaron a que los acompañaran diversas cámaras patronales industriales. Buscaban reubicarse como opositores sin romper a la vez sus acuerdos con el gobierno.

Pero la marcha fue multitudinaria, con centenares de miles de manifestantes y canalizó la bronca contra el gobierno. Todas las avenidas del centro porteño estaban desbordadas de trabajadores que pugnaban por participar del acto. El grito de “paro general” era generalizado en todas las columnas.

La burocracia hizo lo imposible para que la convocatoria fuera lo más controlada y encorsetada posible. No quiso ir a Plaza de Mayo contra Macri. Ni siquiera a la avenida 9 de Julio, donde se habían realizado los últimos actos multitudinarios de la CGT en épocas de Moyano. “Encajonó” el escenario en Diagonal Sur y Bolívar, supuestamente frente al ministerio de la Producción- cuando ni siquiera está ahí- haciendo que la mayoría de las columnas, con decenas de miles de trabajadores, quedaran deambulando por las avenidas cercanas sin posibilidad siquiera de llegar a la vista del palco.

La conducción de la CGT sabía que su propia base no podía esperar más. Ante la pérdida del poder adquisitivo del salario, la ola de despidos y suspensiones, era claro que iba a reclamar el paro general. Ya Acuña (uno de los triunviros) había sentido la presión de esa exigencia el día anterior, al hablar en la marcha docente. El 7 la burocracia trató de evitar, por todos los medios, que las columnas de los docentes de Ctera- que incluía a los Sutebas multicolores y a Ademys-, los estatales, los bancarios de Palazzo, el sindicalismo combativo y la izquierda arribaran cerca del palco. Para hacerlo llegó al extremo de arrancar con el acto una hora antes y terminarlo rápidamente, luego de tres discursos muy cortos, dichos con tanto nerviosismo que hasta provocaron un “furcio” memorable de Héctor Daer, que terminó diciendo: “Ya lo decidimos. Ya está decidido que si no hay rectificación de las políticas, vamos a hacer una medida de fuerza de 24 horas… antes de fin de año”. Antes los silbidos atronadores se dio cuenta de que lo había traicionado el inconsciente y trató de arreglarla: “…antes de fin de mes”, se corrigió.

La rechifla a cada uno de los triunviros fue masiva. La “unidad” que la burocracia cegetista había querido mostrar en el palco (donde estaban todos, desde el triunvirato Acuña-Schmid-Daer pasando por Cavallieri, los hermanos Moyano, la UOM, UPCN y hasta Emilio Pérsico del Movimiento Evita) terminó en una batahola, con sectores simpatizantes del kirchnerismo que le gritaban “traidor” a Pablo Moyano cuando bajó del palco y otros incidentes que culminaron en un caos. El palco quedó vacío y se terminaron subiendo diversos sectores sindicales peronistas y del sindicalismo opositor, como la línea 60 y otros.

El grito de “ponele fecha” se hizo masivo, no sólo entre quienes participaron de los hechos cercanos al escenario, sino que se extendió por las columnas que no habían podido llegar y se encontraban en las diversas avenidas.

El acto terminó mostrando la claudicación del triunvirato y de casi toda la burocracia –también los moyanistas apoyaban que no hubiera fecha del paro- así como también la crisis interna del peronismo, con el kirchnerismo apareciendo con una posición más dura. De hecho el único sector de la CGT que salió a exigir el paro inmediato fue la Corriente Federal, con ligazones con el kirchnerismo, encabezada por Sergio Palazzo de la Asociación Bancaria.

La actual conducción cegetista se debilitó ante la base, al quedar en evidencia ante decenas de miles presentes y ante millones que lo vieron por televisión que el triunvirato no quiere llegar al paro general ni romper su pacto con el gobierno. Poco después trascendió que el propio Macri había llamado a los burócratas para pedirles que no anunciaran el paro durante el acto.

Ahora el espacio para seguir maniobrando se les achicó al extremo. Por eso hay posibilidades reales de pelear por el paro general y que este termine saliendo aunque no sea la política de los dirigentes de la CGT convocarlo. Tanto es así que, en los días posteriores, junto a argumentar que todo el escándalo se había producido por la presencia de “un grupito traidor del municipios de Berazategui”, no le quedó otra que anunciar que el jueves próximo “le pondrán fecha al paro” para los primeros días de abril. Tratan desesperadamente de amortiguar su crisis.

Pero no podemos descartar nuevas maniobras. Tenemos que seguir exigiendo que se le ponga fecha al paro hasta que este se efectivice. Y no se nos escapa que, aún después, el objetivo de la burocracia será que se trate de un hecho aislado, como una válvula de escape. Por eso tenemos que reclamar que esté enmarcado en un plan de lucha, para que triunfen todas las luchas en curso, como las de los docentes, General Motors, AGR-Clarín, judiciales y médicos de la Cicop, para romper el techo salarial y terminar con la ola de suspensiones y despidos. 


marcha por el paro nacional 7 marzo 2017La columna del sindicalismo combativo

Los ferroviarios del Sarmiento, los despedidos de AGR-Clarín, el Sutna, AGD-UBA, junto con trabajadores del Subte, la oposición telefónica, la Cicop, referentes combativos y la izquierda, marcharon en una columna independiente al acto de la CGT. Al grito de “paro general” concitaron la adhesión y los aplausos de trabajadores de otros sindicatos y agrupaciones con que se cruzaron en la marcha.

Debido a la maniobra de adelantar una hora el inicio del acto, la columna del sindicalismo combativo quedó en Plaza de Mayo donde hablaron los distintos referentes. Ya conociéndose el contenido de los discursos dados por los burócratas cegetistas, se exigió ponerle fecha al paro general y un plan de lucha para romper el techo salarial, contra las suspensiones y despidos y por el triunfo de todas las luchas, en particular la de los docentes y la de AGR-Clarín.

J.C.


Docentes y estatales en la marcha

Los sectores opositores que se referencian en el sindicalismo combativo de estatales y docentes marcharon con sus respectivos gremios (ATE y Ctera) agrupando a los sectores opositores con las consignas de paro general y plan de lucha. Los docentes, dentro de la columna de Ctera se agruparon tras los carteles de Ademys y los Sutebas multicolores, a lo que se sumaron autoconvocados y oposiciones de otras seccionales de la Provincia de Buenos Aires y delegaciones de compañeros del interior del país, como los de Amsafé Rosario. En el caso de ATE, una gruesa columna de compañeros referenciados en las juntas internas del ministerio de Economía, Trabajo, Cultura, Obras Públicas y Vivienda, Instituto del Cine y Conea marcharon con un cartel que decía “Abajo el ajuste. Paro General Ya”.

J.C.

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