Esta compra se hace en nombre del “combate a la amenaza global del terrorismo” y “al narcotráfico”. Un verso completo ya que las mafias de narcotraficantes que operan en el país lo hacen al amparo de las cúpulas judiciales, policiales y políticas. Y bajo el término “terrorismo” se terminará adquiriendo material para reprimir las protestas sociales, perseguir activistas ambientalistas, periodistas y pueblos originarios.
Macri pretende dilapidar una millonada en armas mientras miles de docentes cobran salarios por debajo de la línea de pobreza. Solo con la mitad de lo que quieren gastar, se podría otorgar un 35% de aumento a los docentes de provincia de Buenos Aires para todo el año y no el 19% y en cuotas que ofrece Vidal. Esto demuestra que plata hay, solo que no se destina a los docentes ni a la educación pública. Macri pide a los trabajadores y al pueblo que “haga un esfuerzo” para aceptar aumentos salariales por debajo de la inflación, tarifazos, precarización laboral y convenios colectivos flexibilizados. Pero para los usureros de la deuda, las multinacionales saqueadoras, los bancos, las petroleras, megamineras y oligarcas del campo siempre hay plata. Ahora también resulta que hay plata para armas.
Martín Fu