Denunciaron que en estos cuatro años sólo se realizó el 61% de la obra proyectada en la región, mientras que 17 obras están paralizadas por falta de fondos y siete nunca fueron licitadas. Un enorme negocio para las empresas constructoras que no cumplen con las obras. Ante esto, Garro dijo en forma descarada: “si lloviera como en aquel 2 de abril nos volveríamos a inundar”. Es que en 2016 Vidal ejecutó sólo dos tercios del presupuesto para obras. A fin del año pasado volvió a anunciar un enorme presupuesto para este rubro (43.800 millones de pesos), pero eso no evitó que en enero se inundara el noroeste de la provincia y el sur se prendiera fuego al no contar con equipamiento e infraestructura adecuados. Las obras no pueden esperar y no deben ser objeto de la especulación electoral o de la ganancia de empresas constructoras. Deben realizarse con presupuesto estatal y por el estado provincial.
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