La crisis parece interminable. Los tres partidos principales que gobernaron Brasil en las últimas décadas, el PSDB y el PMDB de centroderecha y el Partido de los Trabajadores (PT) de centroizquierda, recibieron sobornos de los grandes empresarios para ser favorecidos por contratos estatales. La crisis no estalló por la existencia de “jueces incorruptibles” o empresarios que delatan a los políticos coimeros porque se arrepintieron y se volvieron “honestos”, sino por las grandes movilizaciones populares que generaron fracturas en el régimen, en cuyo marco surgieron las denuncias y contradenuncias que dejaron al desnudo el funcionamiento de la “democracia” de los capitalistas.
El mismo empresario que grabó un audio de Temer, con un grabador en su bolsillo, también dice que puso 150 millones de dólares para las campañas del PT.
Una de las consecuencias de las movilizaciones y denuncias es que Temer no logra que se aprueben la contrarreforma laboral y jubilatoria, un enorme ajuste a los trabajadores. Ahora está a punto de ser destituido de la presidencia. En los últimos días salieron a la calle centenares de miles de personas exigiendo: ¡Fuera Temer!
Lula, quien también fue “favorecido” por los sobornos, ya se candidateó para las elecciones del 2018, y aunque el PT sufrió la pérdida de gran parte de su base trabajadora, aspira a ganar con el financiamiento de los mismos empresarios y el apoyo de la burocracia sindical de la CUT. La vieja centroderecha del PMDB y el PSDB no tiene ningún candidato que se anime a presentarse. Aécio Neves, el candidato que unificó a la vieja derecha en últimas elecciones, también está implicado en la corrupción. Por eso los sindicatos controlados por la burocracia del PT reclaman “elecciones anticipadas”, en vez de luchar por echar a Temer con la movilización obrera y derrotar sus reformas reaccionarias.
Ante este cuadro político, la Corriente Socialista de los Trajadores (CST) corriente interna del PSOL y sección oficial de la UIT-CI, publicó el 22 de mayo una declaración de la que presentamos extractos a continuación:
¡Que las centrales sindicales convoquen a nueva huelga general!
“Una poderosa huelga general sacudió al país el día 28 de abril, contra las reformas de la seguridad social, laboral, las tercerizaciones y por Fuera Temer. La huelga general fue precedida por grandes manifestaciones los días 8, 15 y 31 de marzo, que llevaron multitudes a las calles contra el gobierno y sus ataques. La popularidad de Temer se redujo al 4%, debilitando toda fuerza del gobierno para aprobar las reformas en el Congreso Nacional.
El avance de las movilizaciones abrió una enorme crisis en las altas esferas que dirigen al país. El completo debilitamiento del gobierno produjo un avance en las investigaciones que condujeron a la grabación donde Temer daba el visto bueno para que el dueño de la empresa frigórifica JBS comprara el silencio de Eduardo Cunha. Las cintas también comprometen al PSDB, principal aliado de Temer, y al PMDB en el gobierno. Aécio Neves fue filmado pidiendo 2 millones de Reales (casi 700 mil dólares) al dueño de JBS. Ante ese cuadro de agotamiento total del gobierno, el imperialismo y la burguesía intentan rearticular otra salida para aplicar los ataques contra los derechos de la clase obrera y de la población en general […]
¡Es necesario fijar una nueva Huelga General para la primera semana de junio!
La clase trabajadora, la juventud y los movimientos sociales deben ocupar inmediatamente las calles para derrocar a Temer y poner fin de las reformas […] Es necesario intensificar las movilizaciones y que las centrales sindicales convoquen inmediatamente una nueva huelga general. Los trabajadores y la juventud no pueden dar tregua a los corruptos que quieren atacar derechos históricos conquistados con mucha lucha […]
La caída de Temer es inminente y abre un vacío de poder en el país. Los partidos y organizaciones de izquierda como PSOL, PSTU, PCB, MAIS, UP, movimientos sociales y entidades como el MTST, CSP-Conlutas, la Intersindical, los Andes-SN, la Fasubra y el Frente de Izquierda Socialista necesitan organizar una gran reunión nacional para debatir sobre la construcción de una alternativa política, que se contraponga tanto a la vieja derecha del PSDB, PMDB y sus satélites, como a las viejas direcciones lulistas del PT y el PCdoB. ¡Fuera Temer! ¡Que las centrales sindicales convoquen una huelga general ya! ¡Por un plan económico alternativo! ¡Fin de las reformas de la seguridad social, laboral y de las tercerizaciones! ¡Cárcel para todos los corruptos! ¡Luchar por un gobierno de izquierda, de los trabajadores y el pueblo!
O’Globo denuncia a Temer: ¿Dónde quedó el “golpismo”?
Cuando mediante un “impeachment”, el mecanismo de destitución parlamentaria, sacaron en agosto del año pasado a Dilma Rosseff de la presidencia, el PT, dijo que era un “golpe de Estado”. Lo mismo dijo Cristina Kirchner en Argentina y demás gobiernos supuestamente “progresistas”. Con ese falso argumento, el PT y Dilma buscaban apoyo ante el supuesto golpe.
Y le hicieron coro muchos sectores de izquierda tanto en Brasil como en Argentina y otros países latinoamericanos. En nuestro país el debate se dio también en el Frente de Izquierda, y el PTS llegó al extremo de dividir el acto del 1ro de mayo del 2016 porque, según ellos debía denunciar “el golpe en Brasil”. Así, de hecho, le hacían el juego al PT.
Nuestra corriente repudió la maniobra parlamentaria, pero aclarando que no hubo nada parecido a un golpe y que no había que defender al gobierno de Dilma. Se trató de un mecanismo constitucional pero los defensores de la teoría del “golpe” dijeron que era “un nuevo tipo de golpe judicial, parlamentario y mediático”. Uno de los medios señalado como “golpista” era el poderoso diario y multimedio O’Globo, expresión de lo más concentrado de la burguesía. Aún hoy esos sectores siguen hablando del “gobierno golpista” de Temer, que era según esos sectores y partidos el jefe del “golpe” (pese a que el PT lo había puesto como vicepresidente de Rousseff). En Brasil esto tiene una clara traducción: ahora habría que reponer al gobierno “legítimo” que sería el del PT, sólo que mediante elecciones anticipadas.
¿Pero cuál es la explicación de lo que ocurre ahora? La cadena O’Globo fue la que difundió la noticia de los audios grabados que incriminan a Temer. Los jueces acusan también a Temer, quien corre el riesgo de ser destituido igual que Dilma Rousseff. ¿O’Globo y los jueces antes golpistas ahora se volvieron “antigolpistas”?
La falsa teoría de los “golpes suaves” se trasladó ahora a Venezuela, Maduro sería víctima de un “golpe”, pese a que fue el mismo Maduro el que suspendió todas las elecciones democráticas en Venezuela y reprime al pueblo.
Hay que mirar lo que ocurre en la realidad. Hay un levantamiento de los trabajadores y la juventud en Brasil y en Venezuela. Más allá de los discursos y orígenes distintos, tanto Lula como Rousseff y ahora Temer fueron gobiernos patronales corruptos, gobernaron contra los trabajadores y a favor de los capitalistas. Lo mismo Maduro en Venezuela.
No fue ningún “golpe”, sino la movilización de masas de los trabajadores, la juventud y sectores de baja clase media, la que abrió la crisis que terminó derribando al gobierno de Russeff, más allá de los mecanismos parlamentarios, y que ahora puede tumbar a Temer.