La joven denunció que Lovera la mantuvo a ella y a su hija secuestradas durante 15 días, que él golpeaba y quemaba a su hija, y amenazaba con matarla, hasta que finalmente lo hizo. Luego del asesinato, la declaración de Victoria Aguirre, la de su familia, la de los pediatras de la nena, el peritaje que determinó signos claros de violencia de género de Lovera sobre Victoria, y la declaración de una médica amenazada por Lovera, fueron ignoradas por la jueza Alba Kusman de Gauchat. En cambio, la jueza decidió acusar a Victoria por homicidio agravado por el vínculo y encerrarla con prisión preventiva, mientras que a Lovera solo lo acusó por homicidio simple. Otra vez se ve la cara más retrógrada de la “justicia patriarcal” que culpa a las víctimas por la violencia recibida.
Sin embargo, a pocos días del juicio que se iniciará el 28 de junio, la multisectorial que defiende la inocencia de Victoria ha salido a las calles a hacer una gran campaña para que se libere a la joven y se cambie la carátula de la causa a “femicidio vinculado” contra Rolando Lovera. Raquel Osorio, integrante de la Mesa Provincial por la Liberación de Victoria Aguirre, instó a que “todas y todos los que participaron de las marchas de “Ni una Menos” deben participar de este juicio porque ello es poner en práctica la lucha contra los femicidios”. Como sucedió con el caso de Belén, presa y condenada injustamente por un aborto espontáneo en Tucumán; solo la movilización de las mujeres en las calles, para que de verdad se escuche el grito de #NiUnaMenos, tenemos que lograr la justicia por Selene y la libertad y absolución inmediata de Victoria.
Malena Zetnik