En Buenos Aires en general, y el conurbano en particular, se ven con claridad las consecuencias del ajuste de Macri. Cunden el desempleo y la pobreza extrema. Los que tienen trabajo se encuentran con salarios que cada día alcanzan menos. Las escuelas y hospitales se caen a pedazos. Por eso en la inmensa mayoría de los trabajadores surge la pregunta de cómo enfrentar y derrotar el ajuste macrista.
A través de la candidatura de Cristina y su “Unidad Ciudadana” se intenta hacer pasar la mentira de que es la única que puede “frenar” el ajuste. Desde el Frente de Izquierda comprendemos que muchos compañeros trabajadores, estudiantes y vecinos de los barrios se pregunten si ese es el voto “que sirve”. Pero con sinceridad les decimos rotundamente que no. El kirchnerismo en estos dos años hizo encendidos discursos contra Macri, pero en realidad fue cómplice del ajuste de Cambiemos. Primero porque sus diputados le votaron todas las leyes que necesitó el gobierno, que es minoría en ambas Cámaras, para hacer pasar el ajuste. Segundo, porque en la Santa Cruz de Alicia Kirchner y otras provincias que gobiernan aplican un feroz ajuste, similar al nacional. Tercero, porque la propia Cristina ya gobernó con el represor Milani y con Guillermo Moreno, que nos decía que “la inflación no existía” y que en la Argentina había “menos pobres que en Alemania”. Los dirigentes sindicales que responden a Cristina formaron parte de “la tregua” de la burocracia sindical que permitió a Macri pasar el ajuste. Un ejemplo es Baradel, el secretario general del Suteba, que entregó la lucha y firmó un acuerdo a la baja, repudiado por la mayoría de los docentes, “liberando” al ministro Esteban Bullrich, para que salga a hacer campaña para Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.
También son cómplices del ajuste los que quieren aparecer como “la tercera opción”, o como les gusta definirse, “los de la ancha avenida del medio”: Massa y Stolbizer, a los que no se les escuchó una palabra de apoyo a los docentes a lo largo del conflicto. Que al igual que el kirchnerismo le dieron los votos a Macri para que aprobara las leyes que necesitaba. Lo mismo podemos decir de la otra opción del peronismo: Florencio Randazzo. En ambas listas hay muchos burócratas sindicales de la CGT, que levantaron toda medida de lucha después del paro de comienzos de abril.
Por eso insistimos: el Frente de Izquierda es la única opción que te garantiza votar diputados que apoyan todas las luchas incondicionalmente. Poniendo el cuerpo en los conflictos y llevando al Congreso la voz de los trabajadores. Apoyando al sindicalismo combativo y a los nuevos luchadores. Que nunca van a votar una medida de ajuste, denunciándolas y enfrentando a quienes las llevan adelante. Que van a combatir de verdad la corrupción y los privilegios, como cuando denunciaron el “dietazo” con el que macristas y kirchneristas se habían puesto de acuerdo, renunciando a cobrarlo.
Cuatro propuestas
Plata para salarios, trabajo, educación, salud y vivienda. No para la deuda
El gobierno de Macri hizo subir la deuda a más de 350.000 millones de dólares. Este año terminaremos pagando 16.000 sólo de intereses. Es el doble del presupuesto nacional de educación y tres veces el de salud. ¡Acá está la plata para resolver las más urgentes necesidades populares! Planteamos suspender ya mismo esos pagos y poner todos esos recursos para que todos los trabajadores alcancen un salario igual a la canasta familiar, para implementar un plan de viviendas que dé trabajo genuino a los desocupados, para que maestros y trabajadores de la salud tengan sueldos dignos y para reconstruir hospitales y escuelas.
Prohibición de las suspensiones y los despidos
La ola de despidos no cesa. Las patronales cierran plantas y echan trabajadores. Muchas de ellas, en particular las transnacionales, aprovechan la situación para despedir y luego flexibilizar a los que quedan. Hemos presentado un proyecto de ley que prohíbe las suspensiones y los despidos, estableciendo que toda empresa que viole esto sea estatizada y puesta a funcionar bajo gestión de sus propios trabajadores.
Que los corruptos vayan a la cárcel y devuelvan lo que se robaron
Macristas y kirchneristas se acusan mutuamente de “corruptos”. Pero son todos fuegos de artificio para la campaña electoral. Efectivamente, son tan corruptos De Vido, José López, Lázaro Báez, como los macristas de los Panama Papers o el Correo Argentino. En Odebrecht están involucrados los dos: De Vido y sus amigos por cobrar las coimas, y la macrista Iecsa por haberse beneficiado con el negocio. Nuestro planteo es concreto: hay que invertir la carga de la prueba, y en todo caso que los funcionarios y empresarios acusados de corrupción tengan que demostrar su inocencia. De lo contrario, que vayan presos y devuelvan toda la plata que se robaron.
Reestatización de las privatizadas bajo control de los trabajadores y usuarios
Pasados más de veinte años desde las privatizaciones menemistas, el balance está clarísimo: en todos los casos, los servicios que brindan las empresas son pésimos. A veces directamente no existen, como todas las zonas a las que no llega el gas, o en todos los pueblos donde dejó de pasar el ferrocarril. En otras, directamente son asesinos, como en la masacre causada en la estación Once por falta de inversiones. Mientras tanto, los empresarios se llevaron millonadas: en los años kirchneristas con los subsidios. Desde el ascenso de Macri tenemos que sumar los tarifazos. La salida es clara: hay que quitarles todas las concesiones, reestatizar todas esas empresas y ponerlas a funcionar bajo la gestión de sus trabajadores y los usuarios, para de esa forma garantizar servicios de calidad, con tarifas accesibles para todos.