El precandidato a senador por Cumplir ahora proclama, sin ponerse colorado, que sus principios son “no robar, no mentir y cumplir con la palabra”, pero lo único que hizo durante su gestión fue comprar trenes chinos con sobreprecios y pintarlos. Ni siquiera cumplió con su palabra de terminar el ramal La Plata del ferrocarril Roca antes de concluir su gestión.
Volvamos al presente. Randazzo, ¿forma parte de lo nuevo? Veamos quiénes son sus apoyos. Caló, el burócrata mafioso de la UOM que además forma parte de la cúpula de la CGT, que no para de transar con el gobierno y deja pasar el ajuste; Sassia, de la Unión Ferroviaria, con la mafia del soterramiento y sus amigos de la Uocra de La Matanza.
No hay que dejarse confundir. Randazzo es parte de lo viejo. Es lo de siempre: lo peor y más podrido del viejo peronismo.