El gobierno de Macri está llevando adelante un feroz plan de ajuste. Con salarios que se pulverizan frente a la inflación. Con decenas de miles de suspensiones y despidos. Reventando la educación y la salud públicas.
Frente a esto decimos con claridad: el único voto útil es al Frente de Izquierda en todo el país. Porque sus diputados, dirigentes y militantes siempre apoyaron y seguirán apoyando todas y cada una de las luchas contra el ajuste. Formando parte y aportando al fortalecimiento del sindicalismo combativo, que pelea por barrer a la burocracia sindical traidora. Somos los únicos que nos opusimos, sin medias tintas, a todas y cada una de las medidas de ajuste del macrismo. Los que denunciamos el pago a los fondos buitres, los tarifazos, los convenios colectivos a la baja y los despidos. Los que estamos presentes en cada lucha del movimiento de mujeres o de la juventud. En las peleas contra la impunidad de ayer y de hoy. Los que exigimos la cárcel para Milani y también los que salimos a la calle a repudiar el 2X1 a los genocidas, dictado por los jueces de la Corte nombrados con acuerdo de todos los partidos patronales. Los que decimos que De Vido tiene que ir preso y devolver lo robado, pero también denunciamos los Panama Papers y los negocios que ayer hacían los kirchneristas y ahora continúan los macristas, como las represas de Santa Cruz. Los que estuvimos, y estamos, bancando a los obreros de PepsiCo, como ayer a los de AGR-Clarín y tantos otros. Los únicos, en síntesis, que decimos que un programa alternativo para salir de la crisis pasa por dejar de pagar la deuda externa y poner todos esos recursos para trabajo, salario, educación, salud y vivienda.
La pelea electoral más importante se dará en la provincia de Buenos Aires. Ahí no hay que caer en la trampa de la polarización. Porque es cierto que en la elección pasada hubo trabajadores que votaron a Macri, ya hartos del doble discurso, la mentira y la corrupción kirchneristas. Pero al cabo de un año y medio ya quedó claro para quién gobierna Cambiemos: para los ricos y las patronales, que ganaron millonadas mientras los de abajo sufríamos las consecuencias del ajuste.
Del mismo modo, hubo y hay trabajadores que, queriendo pelear contra Macri, pueden pensar que sirve votar a Cristina para frenar el ajuste. Pero somos contundentes: ella, y todas las demás listas patronales que se presentan como opositoras (como Massa-Stolbizer o Randazzo) fueron y son cómplices del ajuste. El kirchnerismo, junto con el resto de los bloques peronistas le garantizaron las principales leyes al macrismo para permitirle pasar el ajuste. A su vez, ajusta donde gobierna (como en Santa Cruz). Cristina y sus candidatos, como Scioli o los intendentes peronistas del conurbano, fueron los responsables de que, tras doce años de gobierno, terminaran con 30% de pobres y 40% de trabajo en negro, escuelas y hospitales destruidos. Fueron y son los defensores de corruptos como De Vido. Al igual que Massa, que habla de transitar “por la ancha avenida del medio”, pero que fue durante años funcionario del kirchnerismo y en este último período apoyó las principales políticas macristas.
En todas las provincias se repite lo mismo. Sea Cristina o Massa, Randazzo, los “socialistas” de Santa Fe, Schiaretti y De la Sota en Córdoba y el resto de los gobernadores peronistas, todos ahora hacen declaraciones grandilocuentes contra el macrismo. Hablan de “nosotros o el ajuste”, así como los macristas le oponen “nosotros o la corrupción”. Todos hacen campaña “a lo Durán Barba”, escondiendo los candidatos el kirchnerismo; los macristas negándose a hablar de economía “para que no se vea el ajuste”. O haciendo puestas en escena como con De Vido en el Congreso: puro circo electoral. La realidad es que ambos son corrupción y ajuste.
Es importante preguntarse qué se juega: el gobierno tratará de hacer la mejor elección posible para así estar más fuerte y avanzar con más ajuste, con una flexibilización laboral al estilo brasileño, con el ataque al sistema previsional (subiendo la edad jubilatoria) y una reforma impositiva donde se apunta a que paguen más todavía los trabajadores y menos las patronales.
Frente a esta realidad, es fundamental votar al Frente de Izquierda, fortalecer su propuesta y lograr que tenga más diputados. Por lo que se va a venir. Porque cuando el gobierno se lance a las nuevas medidas contra los trabajadores, los actuales candidatos de los partidos patronales opositores y la burocracia sindical que apoya sus listas, como ya sucedió, otra vez dejarán pasar el ajuste en nombre de “la gobernabilidad” o “el pacto social”. Solo el Frente de Izquierda va a salir a dar la pelea.
Votar al Frente de Izquierda es fortalecer la construcción de una alternativa política unitaria para la clase trabajadora que va más allá de estas elecciones. Por eso te pedimos que nos apoyes para meter más diputados. Para renovar la banca rotativa en la provincia de Buenos Aires, con Nicolás Del Caño, Romina del Plá y nuestro compañero Juan Carlos Giordano. Para lograr que el FIT gane una banca en Córdoba, con Liliana Olivero a la cabeza. Para disputar en todos y cada uno de los distritos donde se presenta el Frente de Izquierda. En estos últimos días, antes de las elecciones, logremos que nuestro mensaje llegue a cada lugar de trabajo y estudio, y a cada barrio. Acercate a ayudarnos, en nuestros locales y en las mesas que ponemos en las calles y plazas. Anotate como fiscal y convencé a tus familiares, amigos y compañeros de que nos voten. Hagamos, entre todos, más fuerte al Frente de Izquierda.ntramos en la etapa final de la campaña electoral. La clase trabajadora y los sectores populares, preocupados por el salario que no les alcanza, por los despidos o por la educación y la salud que se caen a pedazos, empiezan a definir a quién votar y a preguntarse qué va a cambiar según los resultados electorales. Por eso es muy importante tener claro quién es quién en esta elección.