La Plaza de Mayo se colmó otra vez. En la hora pico no se podía entrar ni salir. Muchas columnas no llegaron a la plaza, entre ellas la de Izquierda Socialista. Decenas de miles nos movilizamos nuevamente por “aparición con vida” y señalamos que el gobierno es responsable. Hubo repudios en Uruguay, Chile, Estados Unidos, Barcelona, México, Francia y Brasil, y largas notas sobre el caso en el New York Times, CNN o El País de España. No es casualidad.
Al día de hoy el gobierno sigue diciendo que “no hay indicios” de que Maldonado haya estado en el lugar y que la Gendarmería no tuvo nada que ver con su secuestro y posterior desaparición. La fiscal (apoyada por el gobierno) sigue sosteniendo que los mapuches y la familia “no colaboran” con la investigación, mientras no hay ningún gendarme ni funcionario imputado. ¡El encubrimiento oficial es total! El gobierno se juega a defender hasta las últimas consecuencias a la “Gendarmería de la democracia”. Por eso el repudio crece.
Bullrich, en la cuerda floja
La espera de “una pista” salvadora que esperaba el gobierno se le cayó. No es cierto que Maldonado fue acuchillado por un puestero. Macri acusó el golpe. De tomar helado cuando fue la marcha el viernes pasó a decir algo: “Estamos colaborando con la Justicia”. Casualmente lo que está cuestionado. Por eso el grito ¿Santiago dónde está? se multiplica en las redes sociales, en los medios, en cada plaza, estadio, escuela o lugar de trabajo.
El gobierno intentó justificar la desaparición de Maldonado y tapar la mafia terrateniente de los Benetton, Lewis o del CEO de PepsiCo que pululan en la Patagonia diciendo que los mapuches son “terroristas” financiados internacionalmente. ¡Hasta Lanata los comparó con el ISIS! Ahora culpó a los docentes por hablar de Maldonado en las escuelas y habla de un clima de “violencia” para confundir, usando a los servicios de inteligencia para justificar una campaña en su contra. Hasta medios oficialistas hablaron de que las detenciones fueron ilegales y que el objetivo fue desprestigiar la masiva manifestación y sus reclamos. Pero el repudio de masas sigue.
Sergio Maldonado, hermano de Santiago, pidió en nombre de la familia que la ministra Bullrich “dé un paso al costado”. La Plaza gritó ¡que se vaya! Es que el gobierno del “diálogo” y de “estar abierto a todas las hipótesis” sigue salvando a los represores, cuando está probado en la causa que en el día de los hechos participaron 137 gendarmes contra 8 mapuches que pedían por la libertad de su líder, Facundo Jones Huala.
Solo la movilización permitirá llegar a la verdad
Ante la impunidad y el encubrimiento, el único camino es la movilización. Solo las marchas por mantener en alto el reclamo públicamente es el reaseguro para terminar con las campañas sucias y encubridoras del gobierno y llegar a la verdad. Que haya habido un solo acto unitario en la Plaza ha sido un paso muy positivo. Hay que seguir unidos en esta gran pulseada nacional.
Como lo dije en el Congreso la semana pasada (ver contratapa), de un lado está el gobierno del encubrimiento y la impunidad. Del otro, millones que reclamamos aparición con vida y señalamos cada vez más la responsabilidad del gobierno.
La visita de Fernando Jones Huala y de su abogada, que impulsamos desde Izquierda Socialista (ver charla en Sociales en estas páginas), igual que tantas otras iniciativas que se puedan impulsar, van en el camino de seguir fortaleciendo esta pelea unitaria para que crezca, con consignas bien claras: Aparición con vida de Santiago Maldonado. Vivo se lo llevaron, vivo lo queremos. El gobierno es responsable. Que se vaya la ministra Bullrich. Por una comisión investigadora independiente. Fuera Benetton. Tierra para el pueblo mapuche y libertad a Facundo Jones Huala.
Por una comisión investigadora independiente La familia de Maldonado exige una “investigación seria e imparcial”. Apoyamos incondicionalmente ese reclamo. |
Campaña internacional
La UIT-CI realizó un llamado a la acción internacional por la aparición con vida del joven Santiago Maldonado, como parte de la campaña en la que participan diversas organizaciones. Se realizaron en este marco acciones en Chile, Brasil, Venezuela, Catalunya y México.
En Barcelona la Comisión por la Aparición con Vida de Santiago Maldonado, junto a Lucha Internacionalista (UIT-CI)
y otras organizaciones
En Santiago de Chile, el Movimiento Socialista
de los Trabajadores (UIT-CI)
En Rio de Janeiro, dirigentes de la CST-PSOL (UIT-CI)
en el consulado argentino
En Caracas, dirigentes sindicales combativos
y dirigentes del PSL (UIT-CI)
Ciudad de Buenos Aires: Provocación y represión policial al finalizar la marcha
Al terminar la multitudinaria marcha, se dieron incidentes de dudoso origen (incluso algunos de los medios alternativos presentes llegaron a reconocer a “provocadores” que primero arrojaron piedras y después aparecieron del lado de la policía). Con esa excusa, la policía inició una auténtica cacería, reprimiendo y deteniendo a mansalva a trabajadores de prensa, personas que simplemente transitaban por la zona y hasta gente que se encontraba en un bar.
Fueron detenidas 31 personas, golpeadas, trasladadas a diversas comisarías e incomunicadas. “Mientras a uno de ellos lo trasladaban en el camión, éste gritaba que no había participado de los incidentes de los que lo acusaban. La respuesta que recibió por parte de la uniformada que se lo llevaba fue: “Callate porque si no vas a ser vos el próximo desaparecido”, contó María del Carmen Verdú, referente de la Coordinadora contra la Represión Institucional y Policial (Correpi) y candidata del Frente de Izquierda.
La presión de organizaciones políticas, de derechos humanos y amigos de los detenidos en las puertas de las dependencias policiales obligó al juez a adelantar las indagatorias al día domingo (previamente tenía pensado mantener la incomunicación hasta el lunes). Tomados los testimonios se verificó que todas las causas estaban escandalosamente armadas, no coincidiendo la hora ni el lugar de detención de los acusados. Finalmente, en la noche del domingo, tuvieron que ser liberados, confirmándose que todo fue una provocación armada por el gobierno para intentar opacar la enorme movilización por la aparición con vida de Santiago Maldonado.