En realidad, a la falta de información y silencio oficial se sumó la bronca por el deterioro de las escuelas públicas, la falta de insumos en hospitales, el pésimo servicio de la obra social provincial, la crisis del sector frutícola, sumada a la flexibilización de los petroleros, la falta de gas, los abusos policiales, la desocupación y la precarización laboral.
La construcción de dos centrales nucleares, dos represas hidroeléctricas en Santa Cruz y la “modernización” del Belgrano Cargas forman un megapaquete de 24.000 millones de dólares acordado por Cristina Fernández en febrero de 2015 con el gobierno chino de Xi Jinping. Ya en 2010, Franco Macri, que era el mayor accionista del Belgrano Cargas y deudor del Estado con el Correo Argentino, fue el intermediario y comisionista del negociado. China financia el 85% de las obras asignadas sin licitación y construirá la quinta central nuclear casi por completo. Macri insinuó revisar los acuerdos de Cristina con el gobierno chino, y entonces éste dejó de comprar soja y amenazó con aplicar la cláusula cross default (si se cae una obra, caen todas las del megapaquete).
Finalmente, Macri firmó en mayo la ratificación del acuerdo, aunque por ahora tiene problemas: la aprobación de las obras hidroeléctricas es cuestionada por ambientalistas y está esperando el fallo de la Corte Suprema. Por otro lado aparece ahora la decisión de Weretilneck, que tratando de ganar votos para octubre, dice que no se instalará la central nuclear en Río Negro.
El viernes 1° de septiembre, Weretilneck envió a la Legislatura un proyecto con dos artículos: 1) Prohibir centrales nucleares de potencia en la provincia. 2) Exceptuar los proyectos nacionales de Invap y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
En la provincia existen desde hace varios años el Instituto Balseiro, de la CNEA, formador de ingenieros nucleares, y la empresa Invap que exporta reactores nucleares. Por oportunismo electoral, 45 legisladores provinciales (entre ellos 16 del Frente para la Victoria) votaron contra el artículo 2°, comprometiendo la existencia de estos proyectos. Quedó en evidencia el oportunismo del Frente para la Victoria rionegrino, que en 2015 pedía votar por Scioli y protestaba lavando platos, advirtiendo que eso le esperaría a los científicos bajo un gobierno de Macri. Ello y el mal manejo de Macri y Weretilneck causaron un gran malestar y crisis en la comunidad científica, que cuenta con décadas de trabajo y logros en el sector.
Durante las PASO, desde Izquierda Socialista y el FIT hemos denunciado el acuerdo CFK-Macri-China y nos manifestamos por el No a la central nuclear china, contra el endeudamiento externo y en defensa de los proyectos nacionales.