Este primer golpe al bolsillo no será el único. La tarifa del gas ya había subido, pero su impacto en las facturas fue disimulado haciendo que aparezca en el próximo vencimiento. A ello habrá que sumarle los nuevos incrementos que ya se planifican, para los que se llamará a audiencia pública en los próximos días. También se esperan fuertes aumentos en las tarifas eléctricas antes de diciembre. Y, en el futuro próximo, en el transporte de Capital y Gran Buenos Aires.
Todos estos aumentos serán un nuevo guadañazo al bolsillo del trabajador, que irá directamente a las arcas de los pulpos saqueadores. Se trata de las mismas empresas que vienen saqueando nuestras riquezas, como el caso de las petroleras y gasíferas, o brindan servicios pésimos a los usuarios, mientras se beneficiaron todos estos años con millonarios subsidios.
Desde Izquierda Socialista, a la vez que denunciamos y nos oponemos a estos tarifazos, planteamos una salida de fondo: reestatizar todas estas empresas y ponerlas a funcionar bajo la gestión de sus propios trabajadores y usuarios.