Pero la realidad es que, salvo el permiso para vender limones, todo lo demás quedó en promesas. Ahora el gobierno de los Estados Unidos acaba de confirmar que la exportación de biodíesel desde la Argentina será sancionada con un arancel de 72,28%, lo que significa en la práctica una prohibición para la entrada de ese producto. La conclusión: por más entreguista que sea el gobierno, eso no le garantiza ni el más mínimo privilegio frente a los yanquis.