Algunos estudios indican que el 60% del territorio de Tigre está ocupado por barrios privados (más de noventa), donde habita el 10% de la población. El otro 90% vive en el 40% de las tierras restantes. Estas urbanizaciones, apoyadas por los distintos gobiernos y destinadas a las clases altas y medias altas han generado la eliminación de humedales. Sus consecuencias son las recurrentes inundaciones que sufren los barrios populares ubicados a su alrededor.
Nordelta brinda el lujo y las comodidades de Miami pero a una hora del Obelisco. El valor de sus inmuebles puede llegar al millón de dólares. Pero todo este “lujo y armonía con la naturaleza” tiene su lado oscuro. Nordelta es una gran oportunidad para el blanqueo de capitales de los “narcoempresarios” colombianos. Estos no se limitan a tener propiedades, como es el caso de Jesús Yepez Gaviria, en cuya casa cumple prisión domiciliaria su esposa Claudia Celis Arias. Los hermanos John y Anthony Grajales junto al arquitecto argentino que construyó el hotel intercontinental de Nordelta, Walter Mosca, están siendo investigados por narcolavado y... también poseen propiedades en la zona.