Tras una importante movilización en Adrogué el pasado lunes 5 de enero los trabajadores fueron recibidos por las autoridades municipales, pero no obtuvieron respuestas. Tampoco tienen el apoyo de la burocracia de la UOM Avellaneda, que se borró del conflicto. Tanto el municipio kirchnerista como la conducción del sindicato claramente son cómplices del ajuste.
Desde Izquierda Socialista venimos apoyando a los trabajadores en sus medidas de lucha y poniéndonos a su disposición para que triunfen.