En estos días pululan las cumbres o reuniones bilaterales de diferentes sectores del peronismo, tratando de ver cómo recomponerse electoralmente pensando en 2019. Todo es muy incipiente y nadie sabe qué rumbo tomará la crisis del PJ. Pero su complicidad con el ajuste, cuando no directamente su rol de implementadores en sus provincias, hace que les sea complicado armar alguna herramienta en la cual los trabajadores puedan volver a creer.
Pichetto y Massa, reunificar sin Cristina
El senador Pichetto, quien busca aglutinar detrás de su figura al llamado “peronismo federal”, junto a los gobernadores del PJ, dice que hay que alejarse definitivamente de Cristina e instalar ya a Urtubey como “el” candidato peronista para 2019. Que hay que hacer una “oposición seria y constructiva” y apoyar las leyes del macrismo, como lo viene haciendo.
Por su parte el massismo y su Frente Renovador están buscando reubicarse ante el fiasco electoral de 2017, producto de que nadie creyó que Massa, Stolbitzer o Camaño fueran muy diferentes de Cambiemos o Cristina. Por ahora también rechazan un acuerdo con Cristina y buscan acercarse al peronismo federal de Pichetto y los gobernadores, mostrándose como los representantes del peronismo en la estratégica provincia de Buenos Aires, donde todo el peronismo, incluyendo ellos, viene de derrota en derrota. Aunque Stolbitzer descarta que ella sea parte de cualquier acuerdo para recomponer el peronismo.
Cristina tiene más votos… y más rechazos
El problema para los dirigentes peronistas es que Cristina mantuvo un importante porcentaje de votos en 2017 en Buenos Aires, claves para intentar pelear la elección. Por eso el nuevo presidente del PJ bonaerense, Menéndez (quien ya fuera candidato de Massa en 2013), propone “la reunificación del peronismo” con todos los sectores, incluyendo a Cristina.
Cristina, ya resguardada como senadora, ofrece “dar un paso al costado” como candidata y llama a conformar una “nueva mayoría” en 2019. La campaña de “votá a Cristina para pararle la mano al ajuste de Macri” se demostró inútil y ahora la quieren convertir en “esperá hasta 2019 una ´nueva mayoría´”, otro nuevo engaño.
El problema para los K es que, además de los dirigentes peronistas, sus principales referentes son rechazados por amplios sectores sociales y varios están presos por corrupción. Al punto que las encuestas la siguen ubicando como la principal responsable de la crisis económica actual, incluso entre quienes rechazan la política de Macri. Y entre los trabajadores son millones los que rompieron con el kirchnerismo porque, aunque en su discurso decía lo contrario, no resolvió ninguno de los problemas, crecieron la miseria, la inflación y la entrega.
Todos son cómplices del ajuste, la salida es el Frente de Izquierda
La realidad es que tanto el Peronismo Federal, que dice abiertamente que acompaña al macrismo en el ajuste, como el massismo y el kirchnerismo, que se dicen opositores, todos están siendo cómplices en el ajuste de Cambiemos. Algunos votando en el Senado y en Diputados todas las leyes de ajuste. Otros intentan disimularlo, criticando las medidas, no dando quórum o votando en contra, pero ausentándose en votaciones claves, como lo hicieron Scioli y varios kirchneristas y massistas con la reforma previsional.
El caso de los gobernadores peronistas Schiaretti, Urtubey o los kirchneristas Gildo Insfrán y Alicia Kirchner, firmando el pacto fiscal y aplicando el ajuste con represión en sus provincias, son la prueba más contundente de su complicidad con Cambiemos.
Esto también se refleja sindicalmente, donde ninguno de estos sectores se puso al frente de las luchas. Mientras los dirigentes del triunvirato de la CGT, como el massista Acuña, o el moyanismo, han pactado y traicionado. La Corriente Federal kirchnerista, Yasky y Baradel, están por detrás de la lucha y de las necesidades de los trabajadores. La izquierda y el sindicalismo combativo nos hemos jugado con todas nuestras fuerzas para frenar el ajuste.
Como lo venimos denunciando, ninguna de las variantes del peronismo es una alternativa válida. El Frente de Izquierda tiene un plan económico alternativo que responde a las principales necesidades de los trabajadores y el pueblo, para terminar con los despidos, la miseria y la entrega del patrimonio nacional, aumentar los salarios y resolver los grandes y graves problemas populares. Partiendo de suspender los pagos de la fraudulenta deuda externa, terminar con las rebajas de impuestos y retenciones a las multinacionales. De allí saldrá el dinero necesario para terminar con la crisis.
Por todo esto llamamos a todos los trabajadores, jóvenes y mujeres luchadoras, a sumarse a Izquierda Socialista para fortalecer el Frente de Izquierda.