En los dos años que ha gobernado Cambiemos la deuda creció 129.000 millones de dólares. Más que los 100.000 millones de dólares que creció en doce años de gobierno kirchnerista.
Como resultado de esto nuestro país estará en 2018 obligado a pagar nada menos que 1.100 millones de dólares por día tan sólo de intereses, sin reducir un peso la deuda. Esa suma es el equivalente de lo que cuesta construir un hospital de alta complejidad o cincuenta escuelas o 10.000 viviendas populares… ¡por día!
Esa enorme suma es la que los trabajadores y el pueblo argentino, incluyendo nuestros hijos y nuestros nietos, estamos entregándole de nuestro sudor y nuestro trabajo a los banqueros y los buitres. En la Argentina más del 70 por ciento de la recaudación del Estado con la que se paga la deuda viene del Impuesto al Valor Agregado y el Impuesto a las Ganancias. Y la inmensa mayor parte de esos impuestos es pagada por los trabajadores y los sectores populares.
Otra parte muy grande de la recaudación es la que obtiene la Anses con los aportes de trabajadores y empresas. Justamente la reforma previsional impuesta por el gobierno a sangre y fuego con apoyo de los gobernadores peronistas le restó a los jubilados 100.000 millones de pesos por año, que irán también al pago de la deuda.
Otras formas de “ahorro” que tiene el gobierno de Macri para reducir el déficit y contar con más plata para los banqueros y los buitres son los despidos de miles de estatales y el techo salarial de 15% para los empleados públicos, muy por debajo de la inflación.
Mientras tanto, el gobierno de Macri reduce cada vez más los impuestos que pagan sobre las exportaciones los patrones del campo, las mineras y las automotrices. La reducción de los impuestos a las exportaciones del campo representará en 2018 una ganancia extra para los patrones exportadores de 20.000 millones de pesos y, en 2019, de 40.000 millones de pesos. La eliminación de impuestos a las exportaciones mineras significará 3.300 millones de pesos más de ganancias para esas empresas.
Desde Izquierda Socialista junto al Frente de Izquierda, para evitar que nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos sigamos sometidos a los usureros, proponemos la inmediata suspensión de los pagos de la deuda externa, la estatización de la banca y el comercio exterior y fuertes impuestos progresivos a las grandes empresas, eliminando el IVA y el Impuesto a las Ganancias sobre los salarios. Así podremos desarrollar un plan de obras públicas al servicio de las necesidades del pueblo, con trabajo para todos, salarios que cubran la canasta, el 82% móvil y los reclamos de los trabajadores y el pueblo.