Escribe Guido Poletti
“Tenemos que unirnos todos para enfrentar y derrotar el ajuste de Macri” es lo que escuchamos de parte de muchísimos compañeros. Lo decimos con claridad: somos los primeros en promover la más amplia unidad de todos los que están dispuestos a enfrentar todas y cada una de las medidas de ajuste del macrismo. Por eso estamos presentes y apoyamos cada una de las luchas en curso, no haciendo ningún tipo de diferencia por la posición política de los compañeros con que nos encontramos en esos conflictos. Por eso también planteamos la necesidad de coordinar todas esas peleas.
Insistimos en la más amplia unidad para luchar contra el ajuste macrista. La única exigencia que tenemos es que se quiera efectivamente salir a pelear. Porque lamentablemente nos encontramos con direcciones del peronismo kirchnerista que, proclamándose “antimacristas” e incluso a veces declamándolo furiosamente, se niegan a salir a luchar o dejan aislados los distintos conflictos.
¿Por qué sucede todo esto? ¿Cómo se explica? La realidad es que el peronismo kirchnerista y sus distintos referentes políticos y sindicales hacen toda su apuesta a las elecciones de 2019. Su centro es reciclarse en un reagrupamiento con otros sectores del peronismo, como lo hicieron en el reciente encuentro de San Luis. Lo suyo es “denunciar” los males del macrismo para tener las mayores opciones posibles en las elecciones del año que viene. Por eso hoy se niegan a dar cualquier pelea en serio contra el ajuste. Ese es el sentido profundo de su llamado a un “frente amplísimo de unidad electoral”.
Por eso insistimos: estamos en la lucha con todos los compañeros, peronistas, kirchneristas, de cualquier color político o independientes, que entiendan que la pelea contra el ajuste es ahora y que quieran salir a dar batalla. A los que hasta ahora declaman su antimacrismo les seguimos exigiendo, como hacemos con el moyanismo, la Corriente Federal o las CTA, que se pongan al frente de la pelea por el paro general y el plan de lucha que hoy necesitan los trabajadores. Así lo hicimos en la marcha del pasado 21 de febrero.
Pero, al mismo tiempo, esa unidad para pelear no significa unidad política con el kirchnerismo o cualquier variante del peronismo. Todo lo contrario. A los trabajadores les decimos que debemos enfrentar unitariamente el ajuste del macrismo. Al mismo tiempo les planteamos una alternativa política con un programa diametralmente opuesto. No sólo al del actual gobierno sino también al que llevan adelante los gobernadores e intendentes peronistas y al que desarrolló el kirchnerismo en los años precedentes. Por eso desde el Frente de Izquierda decimos con claridad: hay que dejar de pagar la deuda externa para que con ese dinero resolvamos las más urgentes necesidades populares. Proponemos reestatizar las empresas privatizadas, prohibir las suspensiones y despidos, nacionalizar la banca y el comercio exterior, entre otras medidas. Planteamos que deben gobernar los trabajadores y no los partidos patronales de diverso signo que nos han hundido en todas las épocas precedentes.