Macri cambió “el fusible”. Salió Juan José Aranguren, el hombre de Shell, desgastado y repudiado después de un año y medio de habernos metido la mano en el bolsillo tarifazo tras tarifazo. Pero el que “entra” no es mejor. Se trata de Javier Iguacel, el hasta ahora jefe de la Dirección Nacional de Vialidad, organismo que se ocupó sistemáticamente de ajustar.
Hace menos de un mes que los trabajadores de ese organismo habían llevado adelante una medida de fuerza que incluía paros, cortes de rutas y bloqueos de pasos fronterizos ante el despido de 52 trabajadores. A todo esto hay que sumarle el escándalo con una obra en un puente ferroviario en Luján, que une la Autopista del Oeste con la Ruta Nacional 5, que debió ser rehecho porque el tren era más ancho que el puente y no pasaba, denuncia realizada por el cuerpo de delegados del Sarmiento.
El “currículum” de Iguacel no se agota ahí. También viene, al igual que Aranguren, del mundo de los pulpos petroleros: hizo sus primeros pasos en YPF apenas fue privatizada, para pasar luego a ser directivo de Pluspetrol. Como quien dice, otro ministerio administrado “por sus propios dueños”.
G.P.