El martes 19 de septiembre los trabajadores del Astillero Río Santiago (ARS) decidieron tomar el Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires. La resolución fue tomada en asambleas por sector y una asamblea general. La medida evidencia la bronca que reina entre los trabajadores por los constantes desplantes e incumplimientos por parte del gobierno provincial de Vidal. El último fue el desconocimiento del acta firmada el pasado jueves 13 de septiembre, donde el gobierno se comprometía a comprar insumos para continuar con los trabajos pendientes en la fábrica y a abrir una mesa de negociación por los descuentos que sufrieron los trabajadores.
El gobierno emitió un comunicado donde asegura que “no privatizará el ARS” y que “mantendrá los puestos de trabajo”, pero desconoce el acta firmada y el vaciamiento que viene impulsando. Desde hace años los principales proyectos del astillero se encuentran parados (los buques petroleros “Eva Perón” y “Juana Azurduy”) por decisión de los gobiernos provincial y nacional. Con la asunción de Vidal, la reducción del presupuesto fue aún mayor. Después del acuerdo de Macri con el FMI, los ataques se intensificaron llegando a paralizar el funcionamiento cotidiano de la empresa. Tras el apoyo a las expresiones de un empresario naval, quien dijo que al “astillero hay que dinamitarlo”, y un informe del periodista Jorge Lanata, quien proponía “ajustar por acá”, siguieron la reducción de la “caja chica” para el funcionamiento diario de la fábrica, los descuentos “por días de paro” y la quita de conquistas por productividad y vacaciones.
Ante esta realidad, el pasado miércoles 12 de septiembre, en el Día del Trabajador Naval, los trabajadores del ARS realizaron un paro de la fábrica en el marco del paro nacional de los estatales e impulsaron cortes de calles y rutas en la región de La Plata, Berisso y Ensenada. La jornada terminó con una movilización y un acto frente a la Legislatura provincial. Pero ante la sucesión de los ataques, incluida la brutal represión del 21 de agosto, y la falta de respuesta a los reclamos por parte del gobierno provincial, el jueves 13 de septiembre el cuerpo de delegados impulsó una permanencia en la fábrica y la movilización hacia el edificio de la gerencia. Allí se encontraba el presidente e interventor de la empresa, ingeniero Daniel Capdevilla, junto con otros gerentes. Los trabajadores le exigieron la inmediata compra de insumos para volver al trabajo y la apertura de una mesa de negociación con el objetivo de recuperar los recortes salariales sufridos. La tensión en la fábrica fue creciendo ante la falta de respuestas. La amenaza de represión y desalojo empezó a circular entre los trabajadores. Diversos sectores se concentraron en la puerta del ARS en señal de solidaridad. Entre ellos, se destacaron los familiares de los trabajadores, las delegaciones estudiantiles de las facultades tomadas de la UNLP y los partidos de izquierda. Finalmente, tras más de ocho horas, el gobierno debió aceptar y firmar el acta propuesta por los delegados comprometiéndose a comprar los insumos (oxígeno, gas y otros) necesarios para volver a producir y a abrir una instancia de negociación con los ministerios de Trabajo y Economía provinciales por los descuentos realizados. Un gran triunfo que culminó con una emocionante caravana de autos, motos y trabajadores a pie saliendo de la fábrica y recibiendo las felicitaciones, el apoyo y la algarabía de todos los presentes.
Sin embargo, al día siguiente los trabajadores se encontraron con el desconocimiento del acta firmada por parte del gobierno provincial. Los insumos nunca llegaron y el lunes 18 de septiembre el gobierno suspendió la mesa de negociación. La bronca de los trabajadores se extendió como reguero de pólvora, provocando la toma del Ministerio de Economía. Al cierre de esta edición los trabajadores continuaban la ocupación del ministerio con el apoyo de otros sindicatos, nuestro partido junto a otros partidos de izquierda. La lucha de los trabajadores del ARS contra el ajuste de Macri, el FMI y Vidal continúa.
