Escribe: Nahuel Fernández Comisión Directiva FUA
Desde el 10 al 14 de septiembre se realizaron las elecciones de la mayor parte de las facultades de la Universidad de Buenos Aires. En las urnas empezó a verse reflejada la nueva situación del movimiento estudiantil tras las tomas y movilizaciones.
Como señalamos la semana pasada, la Franja Morada/Nuevo Espacio sostuvo la convocatoria a elecciones en las facultades más grandes de la UBA en el marco del conflicto universitario que sacudió al país. Pero finalmente, el intento de desviar la discusión del conflicto hacia las elecciones de centros le terminó jugando una mala pasada perdiendo Medicina, la facultad más numerosa de américa latina.
En los últimos años, la desmovilización para la que trabajaron tanto el radicalismo como el kirchnerismo había impuesto en la UBA un clima donde el eje de la discusión en las elecciones se había trasladado a discutir qué agrupación podía gestionar mejor fotocopiadoras en vez de qué conducción política necesitamos para luchar contra los ataques de los gobiernos a la universidad pública.
Desde La Cámpora hasta PRO las agrupaciones basaron sus plataformas en ejes de “gestión” para dejar en un segundo plano su vinculación política con los gobiernos y autoridades universitarias. Claramente ese ambiente dio lugar al crecimiento de Nuevo Espacio y de variantes derechistas del peronismo como La UES de Sociales. La rebelión educativa de este año, con el retorno de las tomas y la generalización de las asambleas como método de organización en todas las facultades, hizo correr nuevos aires en pasillos y aulas.
Y es que el ajuste brutal del gobierno de Macri sobre la universidad ha terminado por empujar la necesidad de organizarse por el salario docente y por más presupuesto. Existe una plena conciencia de que el acuerdo con el FMI solo depara un empeoramiento de las condiciones de vida de los sectores populares y un ataque a derechos conquistados por la clase trabajadora, como el acceso de forma libre y gratuita a la educación superior. De ahí que en las asambleas se discuta la consigna “Plata para educación, no para la deuda”.
En este contexto las elecciones demostraron que allí donde la rebelión estudiantil logró expresarse con acciones de peso, las fuerzas del gobierno y el rectorado retrocedieron y la izquierda obtuvo un importante apoyo, algo expresado en particular con el histórico triunfo en Medicina. Mientras, en Económicas y Derecho la izquierda logró hacer buenas elecciones resultando segunda fuerza y sosteniendo su lugar en la comisión directiva respectivamente. Asi mismo, en Ingeniería se defendió el lugar de la izquierda en la comisión directiva. Por su parte, las listas propias del PRO universitario retrocedieron abruptamente en todos los lugares donde se presentaron.
En Farmacia la conducción del PO terminó congelando el conflicto que se había dado sobre el fin del primer cuatrimestre, y las asambleas en el marco del paro fueron testimoniales. Allí sostuvimos nuestra presentación y trabajo político junto a independientes que no encuentran dónde organizarse por la inacción del centro y nos proponemos seguir impulsando la Comisión de Mujer y Género de la facultad.
Esta semana se reanudaron las elecciones en la Facultad de Exactas, que habían sido suspendidas por nuestra propuesta de tomar la facultad para apoyar la lucha de Conadu Histórica. Y en las próximas semanas se definirán las fechas de Sociales, Filo, Psicología y FADU. El triunfo de la izquierda en Medicina puede marcar una tendencia hacia la que nos jugamos con todo desde la Juventud de Izquierda Socialista para ir por la conducción de nuevos centros.