Alberto Fernández y Cristina Kirchner prometen que si son gobierno vamos a salir de la crisis. Pero no dicen cómo. En los spot de campaña hablan de “esperanza”, que las cosas “van a mejorar” y que “otra vez nos vamos a levantar de las cenizas”. Se postulan como salvadores. Pero lo único concreto es que van a respetar el acuerdo con el FMI y pagar la deuda. De esa forma no habrá solución a las urgentes necesidades populares.
Escribe Juan Carlos Giordano, Candidato a Diputado Nacional Provincia Buenos Aires
La campaña del Frente de Todos apela a un masivo sentimiento entre los trabajadores de terminar cuanto antes con este gobierno del ajuste, los tarifazos y la pulverización de los salarios y jubilaciones. Pero no dice ni una palabra cómo lo hará.
Alberto Fernández argumenta que, como jefe de gabinete de Néstor Kirchner, tiene experiencia y que “con creatividad lo haremos como lo hicimos en 2003”. Una frase hueca que juega con la ilusión de millones.
¿Alberto y Cristina van a dar un aumento generalizado de salarios y jubilaciones hasta cubrir la canasta familiar? No lo han dicho. ¿Van a prohibir los despidos y suspensiones? No lo proponen. ¿Van a retrotraer los tarifazos de Macri? Han dicho que no. ¿Van a recuperar las empresas privatizadas? Tampoco.
Hablan contra Macri pero van a dejar intacto todo su ajuste y las medidas antiobreras y antipopulares que vino aplicando durante todos estos años. Hablan del “caos” de Macri pero van avalar todas sus barbaridades.
La barbaridad mayor es el pacto que acordó Macri con el FMI. ¿Cómo puede ser que Alberto Fernández va a reconocer este acuerdo firmado a espaldas del pueblo trabajador? ¿Por qué Alberto Fernández va a pagar una deuda que el pueblo no contrajo ni se benefició?
Los Fernández mienten cuando dicen que van a pagar la deuda y a su vez Argentina va a crecer, se va a terminar la recesión y va a salir adelante. En ningún país del mundo ocurrió esto. Nadie salió delante de la mano del FMI. Por eso le escapan como a la peste explicar cómo van a hacer para pagar los 150.000 millones de dólares en los próximos años y a la vez garantizar un futuro mejor, como prometen.
Ellos saben que no habrá mejores salarios, ni más trabajo, ni “asadito los domingos” si seguimos con el Fondo Monetario y los pagos de la deuda.
El verso de un FMI bueno
Alberto y Cristina nos quieren vender que hay un “FMI bueno”. Kicillof acaba de negar el carácter imperialista y ajustador de ese organismo: “El Fondo fue creado después de la Segunda Guerra Mundial para evitar las crisis financieras, los ataques especulativos y las guerras comerciales. Surge para garantizar el crecimiento, el desarrollo de los países”. Y explica que el problema no es el Fondo, sino el programa que Macri le habría “vendido” al FMI. (Perfil 21/07, reportaje con Jorge Fontevecchia).
Los Fernández, mientras encubren que van a aplicar un nuevo ajuste si sigue el FMI, le dicen la verdad a los representantes del Fondo y al establishment financiero mundial. Ahí les aseguran que bajo ningún punto de vista van a romper el acuerdo con el FMI y que a lo sumo van a “renegociarlo”. Pero el FMI ya ha señalado cuáles son las condiciones para cualquier postergación de los pagos: más ajuste, reforma jubilatoria y reforma laboral. Por eso los propios economistas que asesoran a Alberto Fernández están diciendo que “hay que modernizar las relaciones laborales” (eufemismo para aceptar la flexibilización laboral”) o que “tenemos que pasar a un sistema jubilatorio sustentable” (lo mismo que está pasando en Brasil).
Los Fernández esconden que si ellos llegan al gobierno, al seguir el FMI y los pagos de deuda, no van a hacer otra cosa que aplicar un nuevo ajuste.
Compañera o compañero lector, se lo decimos con todas las letras. Con el Frente de Todos “no hay esperanza” de que vamos a estar mejor. Seguirán los bajos salarios, la desocupación y la decadencia de la educación y la salud pública. Todo se sacrificará bajo la consigna de que hay que “honrar los pagos al FMI”. ¿Qué utilidad tiene votarlo? Van a usar su voto para ratificar el ajuste de Macri y pagar una deuda usurera, ilegítima y fraudulenta. El Frente de Izquierda-Unidad, en cambio, le dice No al FMI y a los pagos de la deuda, poniendo esos recursos para salario, trabajo, salud, educación y vivienda.