El pasado viernes 23, en el marco de una jornada internacional, cientos de activistas se concentraron en la embajada brasileña, convocatoria que se replicó en Berlín, Barcelona, Zurich, Londres, París, Amsterdam y Bombay, entre otras ciudades. “No es fuego, es capitalismo” fue la consigna que aglutinó a los manifestantes contra el avance del incendio en el Amazonia producto de los negocios capitalistas que encabeza Jair Bolsonaro en Brasil, y su par boliviano, Evo Morales.
El masivo incendio en el pulmón del mundo, las comunidades de pueblos originarios afectadas, el centenar de especies animales y vegetales carbonizadas, son la consecuencia de un avance de los agronegocios, la actividad ganadera y la minería de las grandes empresas saqueadoras que se instalaron en Latinoamérica, como Chevron, Barrick Gold, Monsanto, etcétera.
En la Argentina la convocatoria reunió a decenas de activistas jóvenes ambientalistas, organizaciones de pueblos originarios y organizaciones de izquierda. Participaron Laura Marrone y Mónica Schlotthauer, legisladora y diputada nacional, respectivamente de Izquierda Socialista/FIT, denunciando las responsabilidades de Bolsonaro y Evo Morales, pero también a los gobiernos capitalistas del país, que le abrieron las puertas a las multinacionales extractivistas y de agronegocios que contaminan los suelos y ríos, y fumigan los pueblos para amasar sus ganancias. Desde Izquierda Socialista denunciamos las responsabilidades de los gobiernos capitalistas por abrir las puertas y dejar avanzar en el saqueo y explotación de los recursos naturales a costa de la destrucción de la naturaleza. Exigimos un plan regional de emergencia para parar la quema de la Amazonia y remediar los daños causados.