Alberto Fernández y Cristina Kirchner llevan un poco más de un mes gobernando. Los distintos medios vienen opinando sobre la nueva gestión del Frente de Todos y es un debate en medio del verano de millones de trabajadores y jóvenes.
El peronismo gobernante ha convertido en una muletilla la frase de “que está gobernando para los más vulnerables”. Consideramos que no es así. El recorte a los jubilados, las sumas fijas a los salarios por debajo de la inflación, la continuidad en la suba de los precios, el apoyo a la megaminería, los impuestazos como el de Kicillof y esencialmente la política de reconocer la deuda externa contraída por Macri, entre otras medidas plasmadas en la ley de emergencia votada en el Congreso indican que el gobierno tomó la decisión de salvar las ganancias capitalistas en vez de combatir los males sociales
Miremos qué dicen los grandes empresarios, el FMI y los especuladores. El empresario automotriz y CEO de Fiat, Cristiano Ratazzi -quien fue un macrista acérrimo hasta siendo fiscal de mesa en las elecciones para el PRO-, dijo: “Creo que fue brillante […] hay medidas dolorosas como el sistema previsional, pero si no se reforma no hay solución de ningún tipo”. Y lo más contundente fue el FMI. “Estas primeras medidas nos hacen ver que el gobierno se va moviendo en una dirección positiva” afirmó Alejandro Werner, director del organismo para el Hemisferio Occidental. El FMI no elogia a cualquiera, sino a los gobiernos que aplican medidas de achique social y en especial a los que le van a pagar la deuda, como lo ha ratificado Fernández.
Que se está aplicando un ajuste lo reconoció el propio presidente: “Si ajustar es ordenar las cuentas públicas, estamos haciendo un ajuste”. ¿Cuál es el ajuste? En primer lugar, el robo a los jubilados y a los trabajadores. A cambio de 5.000 pesos en enero y febrero para quienes cobran la mínima se les suspendió la movilidad, es decir, no se les pagará el reajuste del 27% que les correspondía. Lo mismo está haciendo con los salarios. Con sumas fijas absolutamente insuficientes el gobierno intenta patear las paritarias y eliminar la cláusula gatillo firmada en algunos gremios, convalidando, de la mano de la burocracia, sindical lo perdido en la era Macri. Los gobernadores siguen el mismo camino en las provincias.
¿Cuáles son los objetivos de las medidas de Fernández? Ahorrar para pagar la deuda y aumentar las ganancias de los grandes empresarios y multinacionales. La ley de emergencia habilita a renegociar la deuda. Pero renegociar implica avalar el pacto con el FMI y pagar una deuda usurera y fraudulenta. Patear los vencimientos para más adelante no es ninguna solución. “Honrar deudas” que no contrajo el pueblo trabajador significará nuevos ajustes. No hay ningún país del mundo que salió de la mano del FMI pagando deudas fraudulentas.
Otro tema a resaltar en los primeros días de gobierno es el aval de Alberto Fernández a la megaminería. El Frente para la Victoria de Mendoza votó junto al gobernador de la UCR la reforma a la ley 7722 que la prohibía. Esto provocó inmensas movilizaciones que terminaron en un triunfo. Por lo mismo se lucha en Chubut. Luchas que son un gran aliciente para enfrentar el pacto social. También hubo marchas en contra del ajuste y el congelamiento salarial en algunas provincias.
Con el argumento de la “tierra arrasada” de Macri el gobierno hace campaña que “le estamos poniendo plata al bolsillo de la gente”. No es lo que se está viendo. Por eso, opuesto a lo que dice el gobierno habrá menos plata para los bolsillos de los trabajadores.
Sabemos que millones aún no lo ven así, mantienen expectativas en el gobierno o dicen “si aguantamos el desastre de Macri cómo no vamos a esperar un poco más”. A ellos llamamos a seguir el debate mientras los convocamos a defender el salario y el trabajo. Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad seguirá luchando para que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores, postulando un plan económico alternativo, fundamentalmente para que la plata vaya a salario, trabajo y a reactivar la economía, no para la deuda y el FMI, entre otras medidas de fondo.