Los campesinos productores de hoja de coca de Yungas de La Paz declararon bloqueos de caminos por tiempo indefinido desde el 25 de junio. Fueron fuertemente reprimidos por más de mil policías con perros. El presidente de su organización Adepcoca, Franklin Gutiérrez, está en la cárcel, sin ningún delito comprobado, desde hace diez meses. Los demás dirigentes tienen orden de captura y pasaron a la clandestinidad.
Así, 38.000 afiliados campesinos defienden el control social del comercio de hojas de coca destinadas al consumo popular (algo incluido en la ley) y exigen la libertad de sus dirigentes. Denuncian que el gobierno quiere destruir su organización para favorecer la coca ilegal del Chapare de Cochabamba, que va en un 95% a producir cocaína para el narcotráfico.