Escribe Atilio Salusso
Cristina Fernández estuvo esta semana en Santiago del Estero presentando su libro Sinceramente. Si bien no hizo declaraciones electorales, con lo poco que dijo ya se puede inferir, una vez más, hacia dónde va a apuntar un posible gobierno si gana la fórmula Fernández-Fernández.
Luego de señalar “siento la necesidad de poder ayudar en esta catástrofe social que vive la Argentina”, a renglón seguido Cristina alertó: “Vamos a atravesar serias dificultades”. Y que el próximo gobierno “no solucionará nada mágicamente por la deuda brutal que está dejando Macri”. Y agregó: “Habrá que devolver los dólares y eso requiere madurez y un nuevo contrato social”.
Cristina se empieza a atajar siempre que puede. Por eso, al abundar sobre los primeros pasos de un próximo gobierno, graficó que hay que delinear las “metas posibles de realizar” y acordar las “reglas de convivencia para un contrato social” (Página12, 12/6).
¿Qué quiere decir Cristina con todo esto? Que está preparando el terreno desde ahora para hacer pasar un ajuste sin decirlo. Su clásico doble discurso.
Con el trillado argumento que usan todos los gobiernos de la pesada herencia que va a dejar Macri y ya sabiendo que su gobierno no va a desconocer el acuerdo con el FMI y va a pagar la deuda, no le queda otro camino. ¿Cómo va a dar trabajo y salario como promete, o a combatir el caos social de Macri si la Argentina seguirá bajo los dictados del FMI pagando una deuda de la cual el pueblo trabajador no vio un peso?
El “contrato social” del que habla Cristina es el famoso pacto social, como el que se aplicó en los años ‘70, para hacer pasar el ajuste. Es sabido que cuando se dice “todos vamos a tener que hacer un esfuerzo” no se refiere a los empresarios o banqueros, sino a los trabajadores y el pueblo.
Ante esta nueva revelación de Cristina, desde el FIT-Unidad proponemos lo opuesto: desconocer el acuerdo con el FMI y no pagar un solo peso de la deuda que va a dejar Macri para volcar esos fondos a combatir los graves males sociales.