La histórica movilización del 8M en Chile con más de 4 millones de mujeres en las calles de todo el país, mostró que la pelea que se abrió el 18 de octubre para que se vaya Piñera y contra el modelo pinochetista de hambre, saqueo y represión que lleva más de 30 años sigue en pie.
Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora porteña electa por Izquierda Socialista/FIT Unidad
La jornada internacional de lucha feminista por el día de las mujeres trabajadoras encontró a las chilenas en el centro de la escena mundial, con una de las movilizaciones más grandes de la historia del país. La convocatoria impulsada por la coordinadora 8M se realizó bajo la consigna #FueraPiñera y superó el millón de personas que se esperaban. Los reclamos contra la violencia de género, la represión y por el aborto libre tuvieron un fuerte protagonismo. Es decir, la movilización que combinó la pelea más general abierta en el país contra el gobierno y la herencia pinochetista con los reclamos específicos de las mujeres. Si el 9M no hubo una huelga efectiva, fue por el rol de la burocracia sindical, en especial de la CUT (Central Única de Trabajadores) que dirige el PC con Bárbara Figueroa.
Días atrás, durante el anuncio de la Ley Gabriela, que modifica el código penal ampliando el concepto de femicidio, Piñera hablo sobre “la propensión de las mujeres a ser abusadas”. La ministra de la Mujer Isabel Pla, salió a defender al presidente. Todo esto fogoneó aún más la convocatoria. La presencia de millones en las calles golpeó aún más al gobierno de Piñera y logró un importante triunfo: la renuncia de Pla. La Ministra se encontraba en la cuerda floja ya que desde el 18 de octubre negó la violación de los derechos humanos, en particular las denuncias contra la violencia política-sexual ejercida por los carabineros a las mujeres y disidencias reprimidas y detenidas durante estos últimos meses de lucha. La renuncia de Pla es una muestra que el camino de la lucha en las calles puede lograr la caída de Piñera.
Chile despertó
Más de cinco meses de movilización continua conmueven al país. Es que Chile no es el mismo que hace tiempo atrás y la lucha continúa. Desde aquel 18 de octubre dónde los secundarios evadieron el metro, la movilización de masas derrotó al estado de sitio y puso en jaque al gobierno y en crisis al régimen. Es que, como dice la frase, Chile despertó. Se cuestiona el sistema de endeudamiento, la privatización de la educación, del agua, de los recursos estratégicos, la precarización laboral. Mientras el ministro de Salud Mañalich dice que Chile tiene “el mejor sistema de salud del planeta tierra”, miles mueren al año por no ser atendidos en los hospitales y hoy el coronavirus podría generar un colapso del sistema. A esto se le suma que en Chile se empieza a sentir la recesión económica y el desempleo subió al 7,4% en el último trimestre. Las multinacionales del cobre amenazan con despidos masivos. Todo ello, podría agravarse aún más cuando los efectos de la crisis económica mundial producida por la caída de las bolsas del mundo y el coronavirus lleguen con fuerza al país, que podría producir un salto en la crisis de Piñera.
En estos meses, la Plaza Dignidad se convirtió en un símbolo de la lucha de las y los chilenos. Todos los viernes, de manera desigual, se ha sostenido la movilización marcada por una tremenda represión por parte de los pacos, mientras miles enfrentan los gases lacrimógenos y los perdigones en las calles. En los barrios se mantienen las asambleas territoriales. El gobierno sigue en la cuerda floja y no ha logrado sacar de la calle a las y los chilenos. El régimen se juega a encauzar el descontento con el plebiscito del 26 de abril por la reforma de la constitución.
Una pelea abierta contra Piñera
En estos meses de lucha creció entre las y los luchadores algunos debates. La primera pregunta que se hacen muchos es porque no cae Piñera si millones han salido a las calles. Todos los partidos del régimen, incluidos el PC y el Frente Amplio juegan para mantener al asesino de Piñera en el poder, si bien algunos sectores burgueses empiezan a ponerlo en cuestión. Es que no quieren que las masas vean el poder que tienen para definir el destino de la historia. La heroica lucha chilena no cuenta con una dirección revolucionaria que plantee ir a fondo para tirar a Piñera y discutir que Chile queremos, con un gobierno de las y los trabajadores y los que luchan.
Otros de los debates entre los luchadores en como intervenir en el plebiscito del 26 de abril. Si bien priman las críticas a este proceso constituyente, el masivo odio contra la Constitución pinochetista hace que sean miles quienes quieran ir a votar por el cambio constitucional. Sin embargo, bajo la propuesta del régimen será el congreso con su composición actual quién reafirme la modificación constitucional con el objetivo de no producir grandes cambios. Desde nuestro partido hermano MST-UIT-CI proponemos participar del plebiscito llamando a votar “SI” a la reforma constitucional en la primera papeleta e impugnar la segunda ya que ni la Convención Mixta ni la Convención Constituyente responden al reclamo de una Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Y seguiremos apostando a la movilización ya que la lucha por el #Fuera Piñera y contra el modelo de hambre y saqueo sigue abierta.
Chile: solidaridad con lxs presxs políticxs
Acompañamos la iniciativa surgida por los músicos de Fantasma Rock de realizar una campaña solidaria juntando dinero para los presos políticos de la heroica e inmensa rebelión del pueblo chileno. Dicha campaña iba a comenzar el próximo 28 de marzo con un festival donde tenían comprometida su presencia varias bandas encabezadas por Las Manos de Filippi. Por motivos de público conocimiento el festival debió ser postergado pero la solidaridad no se detiene. Se encuentran a la venta bonos contribución de 100 pesos y todo lo recaudado será entregado a la Coordinadora por la Libetad de lxs presxs políticxs “18 de octubre”.