Editorial
Comenzó marzo. Los docentes salen al paro el 6, el 7 y el 8, peleando por sus salarios y contra el ajuste a la educación pública. Lo mismo lo hicieron, defendiendo la salud, los médicos de la Cicop. Y todas y todos confluiremos el 8M en lo que será una nueva multitudinaria jornada del movimiento de mujeres, en un inmenso paro internacional por los reclamos de las compañeras. Otra vez se hará sentir en la calle ese fabuloso movimiento que se propone “hacer temblar la Tierra”.
Pero hay más noticias en el inicio del mes. Tuvimos el discurso de Macri en el Congreso que, ya definido que va por su reelección, terminó siendo una especie de “lanzamiento de campaña electoral”. Fue de antología: pocas veces se escucharon tantas mentiras juntas. Algunos analistas dijeron que fue “para unificar la tropa”. Si esa era la intención muy bien no le salió: los radicales están “cascoteando el rancho” de Cambiemos, por supuesto que con el único objetivo de conseguir una mejor ubicación en las listas. Pero, más allá de esto, las afirmaciones y mentiras de Macri ese día solo sirvieron para que siguiera aumentando la bronca popular contra el gobierno.
Es que, como decíamos al principio, comenzó marzo. Y otra vez aumentó la luz. Y se vienen a mitad de mes los tarifazos en el transporte en Capital y Gran Buenos. Subió de nuevo la nafta y se anunció un nuevo salto en la factura del gas. Los productos de primera necesidad siguen para arriba. Esta semana la nota la dio la carne, ya transformada en un artículo de lujo. A esto sumémosle los “tradicionales” aumentos del comienzo de clases en la canasta escolar. La inflación de febrero cerró cerca de 4%; la de marzo será peor, culminando un primer trimestre del año de terror, con una pérdida para los salarios y las jubilaciones cercana al 10% (a lo que hay que sumarle el 17% promedio que todos perdimos el año pasado contra la inflación). Y, por si todo esto fuera poco, siguen los despidos y las suspensiones. Todo un plan de guerra contra los trabajadores.
La oposición peronista, en todas sus variantes, continúa mientras tanto “deshojando la margarita”. Si Cristina va a ser candidata o no. Qué pasa con los candidatos del Peronismo Federal (Massa, Urtubey, Pichetto). La aparición de Lavagna, que plantea que solo será candidato si no hay internas. Si van juntos, si van separados. Los analistas políticos gastan ríos de tinta debatiendo todo esto. Mientras tanto, lo único concreto es que los dirigentes sindicales de todas las líneas del peronismo se niegan a cualquier planteo de paro general para enfrentar el ajuste. Y en las provincias, donde ya hay campañas electorales o se empiezan a cerrar listas, el peronismo, para salvarse y conservar sus puestos, va unificado. Kirchneristas y no kirchneristas, no importa mucho, se mezclan todos. Es, en los hechos, la realidad del planteo escandaloso que hizo Cristina a fin del año pasado: “Hay lugar tanto para pañuelos verdes como para pañuelos celestes”.
Los trabajadores miran con fastidio e indiferencia todas estas idas y venidas. Lo que sí crece es el planteo de que “hay que sacarse de encima a Macri”. Es parte de la conversación cotidiana en fábricas, oficinas, talleres, colegios y universidades. Y muchos se preguntan si, para eso, Cristina y el peronismo son la salida. Les decimos rotundamente que no. Ellos son los que hoy están llevando adelante el ajuste en las provincias donde gobiernan (y aquí todos los premios a la “mejor alumna de Macri” se lo lleva Alicia Kirchner). Los que le votaron las leyes que Cambiemos necesitaba para hacer pasar el ajuste y cumplir las exigencias del Fondo. También, y principalmente, porque, más allá de los dobles discursos, todos los dirigentes peronistas (kirchneristas como Kicillof y Agustín Rossi incluidos) se reunieron con el FMI y le garantizaron que el acuerdo “no se rompe” y que “la deuda se paga”. O sea que, si ganan, van a continuar con el ajuste.
Por eso decimos que la salida viene por izquierda. Solo la izquierda sigue peleando y enfrentando el ajuste mientras le reclama a la CGT y las CTA que llamen al paro general y lancen un plan de lucha. Solo la izquierda tiene un programa alternativo de verdad, obrero y popular, que comienza planteando que hay que romper con el FMI y sus dictados, dejar de pagar la deuda externa, reestatizar las privatizadas para terminar con los tarifazos, nacionalizar la banca y el comercio exterior para que se acaben la bicicleta financiera y la fuga de capitales y así tener efectivamente dinero para dedicarlo a salarios, jubilaciones, planes de empleo, salud, educación y vivienda. Solo la izquierda dice que no es excusa que nos encontremos en un “año electoral”: más que nunca este año hay que volver a presentar y dar la pelea para que se apruebe el aborto legal, seguro y gratuito. Solo el Frente de Izquierda, como viene haciéndolo sistemáticamente desde su nacimiento en 2011, pelea por presentar y construir una alternativa política para que gobiernen los trabajadores. Por eso estamos ya presentando listas en las provincias donde se adelantaron las elecciones. Por eso, este fin de semana daremos la primera pelea electoral del año en Neuquén, para mantener nuestros legisladores y concejales contra las mafias del MPN, del peronismo y de Cambiemos. Con la presencia de sus militantes, dirigentes, diputados y legisladores en todas las luchas de la clase trabajadora, del movimiento de mujeres y de la juventud, el FIT sale una vez más a enfrentar a Macri y todas las falsas variantes de la oposición patronal. Te invitamos a que te sumes y vengas a Izquierda Socialista para así, entre todos, hacer más fuerte al Frente de Izquierda.