El gobierno de Macri nos propone seguir ajustándonos este año y más aún el que viene, mientras prepara la reforma laboral (flexibilización) y la jubilatoria. El peronismo en todas sus variantes nos invita a que confiemos en una “renegociación” del acuerdo con el FMI y a reestructurar los vencimientos de la deuda (seguramente con más intereses a futuro). Nuestra propuesta es absolutamente distinta.
Fuera el FMI. No pago de la deuda externa
Repudiemos el acuerdo con el Fondo y rompamos con él y con todos los organismos internacionales que nos obligan a cumplir sus políticas de ajuste. Suspendamos inmediatamente los pagos de deuda externa y volquemos ese dinero a un gran plan de obras públicas, empezando por la construcción de viviendas populares, que dé trabajo y salario, a la vez que aumentamos los presupuestos de salud y educación.
Nacionalizar la banca y el comercio exterior
Terminemos con los banqueros multimillonarios que ganan fortunas con la bicicleta financiera, poniendo tasas por las nubes para cualquier crédito popular o el simple pago de una tarjeta de crédito. Basta de fuga de capitales y de negociados al servicio de los monopolios transnacionales exportadores. Hay que nacionalizar la banca para que todo el ahorro popular se pueda volcar a créditos para el consumo y la vivienda, a tasas bajas y con plazos largos, accesibles para todos. Y también el comercio exterior, para que los dólares de lo que exportamos entren a las arcas del Estado y sirvan para financiar las más urgentes necesidades populares, a la vez que importamos exclusivamente aquello que necesitamos con urgencia y no podemos producir en lo inmediato.
¡Basta de tarifazos! Reestatizar las privatizadas
Hay que retrotraer los tarifazos, ya hoy impagables. Pero terminar también con los subsidios a las privatizadas, que brindan servicios pésimos y se llenan los bolsillos con superganancias. Tenemos que rescindir todos los contratos de esas empresas y proceder a reestatizarlas, poniéndolas a funcionar bajo gestión de sus propios trabajadores y las organizaciones de usuarios, garantizando así servicios de calidad y con tarifas a valores populares. Del mismo modo, tenemos que terminar con el saqueo de nuestra riqueza gasífera petrolera, rescindiendo las concesiones y reestatizando todo el proceso (exploración, extracción, refinado, distribución y comercialización) recreando una YPF 100% estatal y volviendo a Gas del Estado, en ambos casos también manejados por sus propios trabajadores.
Aumento de salario. Prohibición de suspensiones y despidos
Hay que otorgar un aumento de emergencia para que nadie gane menos que la canasta familiar. En medio de esta crisis, hay que terminar con la sangría de los puestos de trabajo perdidos. Tenemos que prohibir por ley las suspensiones y los despidos, expropiando a toda empresa que no cumpla esta disposición o cierre, procediendo a entregar su gestión a sus propios trabajadores.