Con esa frase respondieron sorprendidos los enviados del Fondo a los planteos que les hizo el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey.
El precandidato presidencial peronista decidió sobreactuar su sumisión al FMI, afirmando que su prioridad será “pagarle la deuda al organismo para recuperar confianza”, además de proponer avanzar en reformas estructurales. Respecto de esto último propuso una reforma laboral (léase flexibilización) y otra previsional, que incluya volver a crear un sistema de jubilación privada, como la que estafó a decenas de miles de jubilados en la década menemista. Los funcionarios del FMI se sorprendieron gratamente, al extremo de “alagar” a Urtubey y los economistas que lo acompañaban afirmando que “parecían del FMI”.