Escribe Gabriel Massa
La imagen de Miguel Ángel Pichetto, presidente del bloque Argentina Federal -de senadores adheridos al Peronismo Federal antikirchnerista-, reunido en el exclusivo balneario de Cariló con el ex ministro de Economía Roberto Lavagna, se viralizó. Pero, para desgracia de los peronistas federales, lo que causó sensación -y generó no pocos memes- no fue ninguna noticia política, sino la imagen de Lavagna con medias y sandalias.
El Peronismo Federal, encabezado por Pichetto, junto al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey; el de Córdoba, Juan Schiaretti, y Sergio Massa, intentando superar al menos en parte la dispersión del peronismo en crisis, ha reunido en una mesa a los mandatarios provinciales, diputados y senadores peronistas que apoyaron las políticas fundamentales de Macri. De cara a las elecciones, el Peronismo Federal busca ocupar el espacio de los que rechazan por igual a Macri y Cristina, que supuestamente representaría un tercio de los votantes.
El Peronismo Federal ya tiene dos candidatos lanzados: Sergio Massa y el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey. Pero dado que les dan bajas las encuestas a ambos, algunos de los que fueron sus subordinados, como es el caso de Felipe Solá, ex jefe de la bancada massista en Diputados, rompieron con ellos y apoyan abiertamente un acuerdo con Cristina Kirchner.
Lavagna se propone como el candidato de la unidad peronista
Es la debilidad en las encuestas y el peligro de dispersión del Peronismo Federal lo que ha hecho que Massa en su momento, y ahora Pichetto, salieron en busca de un poco de aire político con otra candidatura, a ver si con eso pueden detener la fuga hacia el kirchnerismo. La alternativa que encontraron es Roberto Lavagna, ex ministro que se prestigió con el “viento de cola” de la economía en las presidencias de Duhalde y Néstor Kirchner. El gran “mérito” de Lavagna es que, junto a Néstor, hizo que el país volviera a pagarle a los buitres luego de la suspensión de los pagos de la deuda externa decretada en diciembre de 2001.
Mientras tanto, Andrés “Cuervo” Larroque fue el encargado de recordar, en nombre de La Cámpora y el kirchnerismo, que Lavagna tiene “vínculos importantes con los grupos económicos locales” como Techint, de Paolo Rocca. A pesar de identificar a Lavagna con los peores enemigos de los trabajadores, las grandes patronales, el propio Larroque no tuvo empacho en abrirle las puertas al “Frente Patriótico”. Todo para ganar votos.
Pero Lavagna, por lo menos hasta ahora, no está dispuesto a identificarse con un solo sector. Frente a la crisis y la división del peronismo, él se presenta como el candidato que podría unificar a todos, al kirchnerismo con el Peronismo Federal. Lavagna apuesta a que, al acercarse las elecciones, la desesperación por ganarle a Macri ponga al peronismo apoyando su candidatura.
Lo cierto es que con Massa, Urtubey, Lavagna o el candidato que sea, el peronismo solo puede ofrecer una nueva frustración a la clase trabajadora y sectores populares.