Escribe Jorge Adaro, Secretario general de Ademys
El gobierno de Larreta logró aprobar el proyecto de creación de la Unicaba con su mayoría automática de 34 legisladores, pero sin poder traccionar el voto de ningún legislador de la oposición patronal. Aprobaron la ley en absoluta soledad política, con una Legislatura totalmente militarizada y con represión hacia los docentes y estudiantes que nos opusimos durante un año de intensa lucha.
La jornada del 22 de noviembre fue el corolario de dos días de intensa movilización, que comenzó el martes 20 con una multitudinaria marcha desde Palacio Pizzurno hasta la Legislatura, con la presencia de los sindicatos docentes (Ademys y UTE, que realizamos un paro el propio 22), los rectores nucleados en el CESGE y los estudiantes referenciados en la CET. La movilización del 20 concluyó con un acto y un acampe hasta la mañana del 22, cuando se realizó un “abrazo educativo” de docentes de Ademys y estudiantes para intentar impedir el ingreso de los legisladores a la escandalosa sesión. Lamentablemente la UTE trató de desmovilizar y desarticular las medidas, dando por perdida la pelea de antemano, al punto que primero convocó a un acto simbólico a las 13, luego del inicio de la sesión. Pero frente a la presión del activismo, tuvo que adelantar su convocatoria a las 10, pero siempre evitando ser parte del abrazo educativo convocado por Ademys. El colmo de esta posición fue la acción de la legisladora kirchnerista Lorena Pokoik que, junto con sus asesores, atacaron a los docentes y estudiantes que realizábamos el abrazo educativo para romperlo y buscar que actúe la represión policial contra los manifestantes.
En este marco fue muy importante el papel jugado por Ademys durante todo el conflicto, ubicándose a la cabeza del mismo junto al movimiento estudiantil, siendo reconocidos por toda la comunidad educativa, y atacados a la vez por la ministra de Educación Acuña y otros funcionarios, que trataron de deslegitimar nuestro protagonismo. Les duele el crecimiento del sindicalismo combativo y el rechazo que logramos a la ley de “coexistencia”, que desde el gobierno buscaron pactar con los otros sindicatos. También tuvo amplia repercusión la presencia de Nora Cortiñas junto a Ademys, quien se acercó para solidarizarse con los docentes y estudiantes reprimidos.
El gobierno intentó primero hacer pasar su proyecto inicial con la directa desaparición de los 29 profesorados y luego, frente a una lucha masiva, con su nuevo proyecto llamado de “coexistencia” que implica el cierre “paulatino” de los institutos, obligados a “competir” por la matrícula estudiantil y los recursos presupuestarios con la Unicaba. El gobierno se equivocó al creer que con su nuevo proyecto iba a romper la unidad que se opone a la Unicaba, ya que la fuerte movilización impidió que pudiesen cooptar a los sectores más vacilantes. Algunos medios llegaron a hablar de un triunfo “pírrico” del macrismo.
El gobierno se volverá a equivocar si supone que la aprobación de la ley cierra el conflicto en el nivel terciario. Dimos pelea hasta el último minuto para evitar la aprobación, no aceptando ninguna “derrota digna” como quería imponer la burocracia sindical. Ahora se abre la lucha para impedir la implementación de la ley y evitar que la Unicaba se ponga en funcionamiento en 2020. Es necesario seguir coordinando entre todos los sectores para continuar dando de manera unitaria y consecuente esta pelea, generando mecanismos asamblearios abiertos para derrotar el proyecto del gobierno. La desconcentración del mismo 22 fue con una importante marcha de miles de estudiantes y docentes, que llegó a la sede de la Dirección de Educación Superior. Esa marcha final demostró que el movimiento de lucha sigue en pie y dispuesto a dar la pelea durante el próximo año. Incluso sectores estudiantiles, acompañados por la Juventud de Izquierda Socialista, desbordaron a la conducción kirchnerista de la CET y fueron a realizar un corte de la avenida 9 de Julio en el Obelisco esa misma tarde.
Es de destacar también el rol jugado por todos los legisladores porteños del FIT. Laura Marrone, de Izquierda Socialista, desde fines de 2017 denunció el proyecto de la Unicaba, con numerosos artículos y charlas, y junto a Gabriel Solano, Patricio Del Corro y Myriam Bregman apoyaron cada medida de lucha en defensa de los 29 profesorados.
Luego de aprobada la ley, supervisores de todos los niveles educativos firmaron un repudio a la Unicaba, lo que demuestra la enorme fuerza que tiene nuestra lucha. Ahora es necesario plantear la coordinación nacional de la docencia y los estudiantes para enfrentar el cierre de los profesorados en todo el país. Prácticamente en simultáneo con la aprobación de la Unicaba, se daba a conocer el recorte y cierre de muchas carreras en los profesorados bonaerenses para el año próximo, dejando en claro que el ajuste educativo es de carácter nacional, tiene a Macri como el principal responsable y a los gobernadores como cómplices de este brutal ajuste exigido por los organismos internacionales.