Escribe José Castillo
La ex presidenta propuso la conformación de un frente “que agrupe a todos los sectores que son agredidos por las políticas del neoliberalismo”. Al explicarlo, el kirchnerismo le hace un guiño a la unidad del peronismo y otro a la Iglesia Católica.
En la reunión del Foro Mundial del Pensamiento Crítico, la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner se explayó acerca de lo que entiende por “la unidad contra el neoliberalismo”. Ya otras veces Cristina hizo llamados a conformar un “gran frente” contra las políticas de Macri. Ahora el llamado está más diluido, aclarando que no es “contra nadie en particular”, sino para agrupar a aquellos que son víctimas de las “políticas neoliberales”. Pero en este discurso la líder kirchnerista se explayó como nunca lo hizo antes para especificar a quién contiene.
“Ni de izquierda ni de derecha”, un llamado a la unidad del peronismo
La ex presidenta comenzó señalando que “como espacio progresista debemos acostumbrarnos a no presentarnos como la contra, sino como el espacio político y social que excede la categoría de izquierdas y derechas para ingresar decididamente en una nueva categoría de pensamiento, y es la de pueblo”.
¿Qué quiere decir esto? Es un llamado a unir a toda la oposición, con énfasis en el peronismo, más allá de cómo se ubique cada uno. Y en este momento, en concreto, es un llamado a la unidad con el conjunto del peronismo, incluyendo a Urtubey, Pichetto, Schiaretti, Massa, Moyano, Daer o quien fuere. Sin importar que se pronuncien a favor o en contra de las propias políticas de ajuste del macrismo, o que las apliquen en sus propias provincias.
Incluso Cristina aprovechó, autoelogiando su gobierno, para lavarle la cara a los diputados y senadores que votan junto al gobierno o a los burócratas de la CGT que le garantizan la tregua social, al señalar: “La gente aguanta el ajuste porque hay un colchón del entramado social que construimos nosotros”. ¡Mentira! Si el ajuste está pasando no es porque “la gente se lo aguante”, sino por todos aquellos que habiendo sido votados como opositores le permitieron al gobierno sacar leyes como la del pago a los fondos buitres, el recorte a los jubilados o ahora el super ajuste del presupuesto 2019. Y por los burócratas de la CGT que, una y otra vez, nunca le dieron continuidad a ninguna medida de fuerza y dejaron aislados a todos los que salieron a pelear.
“Pañuelos verdes y celestes” para darle garantías al papa Francisco
Donde Cristina avanzó más fue en sus señales hacia la Iglesia Católica. La frase merece ser citada en su totalidad: “La división es un lujo que no nos podemos permitir. La división no puede ser entre los que rezan y los que no rezan esa división no es nacional y popular. En nuestro espacio hay pañuelos verdes, pero también pañuelos celestes”.
Fue tan impactante y provocativa que, entre el propio público kirchnerista presente en el evento se escucharon expresiones de disgusto y repudio. Muchas mujeres agitaron sus pañuelos verdes en protesta. Cristina no pudo menos que darse cuenta, pero redobló la apuesta: “Tenemos que aprender a aceptar eso sin llevarlo a la división de fuerzas. Puede costar y no gustar lo que digo, pero es lo que pienso”.
En concreto, la ex presidenta se jugó a fondo en su alianza con la Iglesia, algo que ya venía perfilándose desde sus acercamientos con el líder de la CTEP Juan Grabois, de evidente cercanía con el Papa. La mención a los pañuelos es un mensaje claro: el kirchnerismo no va a promover la legalización del aborto en caso de volver al gobierno. Mucho tendrán que pensar al respecto las compañeras feministas que se encuentran en ese espacio después del explícito planteo de su líder: no hay lugar en el peronismo kirchnerista para salir a pelear contra los “celestes” que no sólo niegan el derecho al aborto, sino la mismísima aplicación de la educación sexual integral en las escuelas.
Tampoco contra el G20
El citado frente propuesto por la ex presidenta ni siquiera se plantea enfrentar a las políticas de las potencias imperialistas. Siendo que hablaba en un evento supuestamente crítico al G20, Cristina afirmó, buscando despegarse de cualquier connotación antiimperialista: “No es una contracumbre. Nosotros, como espacio progresista, debemos acostumbrarnos a no presentarnos como la contra de nada, sino como un espacio político de ideas y perspectiva económica y social”. Para ser claros: ese espacio no es contra Trump, ni contra Bolsonaro, ni contra el FMI.
¿Qué frente necesitamos?
En síntesis, el frente social, cívico y patriótico de Cristina con “el conjunto del peronismo” termina mezclando todo, los que están a favor y en contra del presupuesto, el FMI y el ajuste. La “mezcla de pañuelos verdes y celestes” le garantiza a la Iglesia el archivo de la ley de legalización del aborto y hasta de la ESI ¿Qué van a hacer si llegan a gobernar? Nada positivo para el pueblo trabajador o las mujeres puede salir de esto.
El único frente “verdadero” contra las políticas del macrismo sí que es de izquierda, es de los pañuelos verdes que siguen en la calle por la legalización del aborto y es antiimperialista contra el G20. Es el que plantea salir ahora a pelear contra el ajuste para enfrentarlo unitariamente, exigiendo el paro nacional de 48 horas con movilización y un plan de lucha contra el ajuste de Macri, el FMI y los gobernadores. Es el que plantea romper con el FMI y dejar de pagar la deuda externa. Es, en síntesis, el que plantea el Frente de Izquierda.