Escribe José Castillo
El gobierno de Macri dio a conocer que, en la mañana del martes, el candidato ultraderechista brasileño Jair Bolsonaro conversó telefónicamente con el presidente argentino. El comunicado oficial se deshace en elogios con el neofascista brasileño: “Mantuvieron una cordial conversación, en el marco del actual proceso electoral y la relación estratégica entre ambos países”.
No es el primer contacto entre el gobierno argentino y Bolsonaro. El embajador argentino en Brasil, Carlos Magariños, viene llevando discretamente la relación, y el propio ministro de Relaciones Exteriores Faurie afirmó al conocerse los resultados de la primera vuelta electoral que “Brasil votó hacia el futuro, no hacia el pasado”. Bolsonaro en ese momento le retribuyó el elogio mandando “un abrazo a Macri”.
Los elogios cruzados entre Macri y el neofascista, prodictadura, misógino, racista y homofóbico candidato brasileño sólo merecen un adjetivo: vergonzoso.