Editorial
Macri sigue adelante con sus medidas contra el pueblo trabajador. La “perlita” de la semana fue el nuevo tarifazo en el gas, que incluye no sólo otro descomunal aumento (de entre 30% y 50%) sino también una increíble compensación a las empresas por la devaluación, creándoles una nueva deuda a los usuarios por lo ya pagado. A esto sumémosle que Vidal cerró la paritaria docente bonaerense por decreto, que los productos alimenticios subieron esta semana 10% más y que cerraron varias plantas de la empresa Alpargatas, dejando un tendal de nuevos desocupados. Es que el gobierno de Cambiemos sigue adelante con sus medidas de ajuste contra el pueblo trabajador. Lo hace a pesar de su debilidad, que se expresa en la crisis y emplazamiento que le hace Elisa Carrió frente a los dichos del ministro de Justicia Garavano, o en los constantes roces con el radicalismo.
Frente a todo esto, crece la bronca contra el macrismo. Y siguen las luchas. Los docentes bonaerenses vienen de 48 horas de paro. También se dio el paro y marcha de los médicos de la Cicop y los mineros de Río Turbio viajaron más de 3.000 kilómetros para rechazar frente al Congreso el ajuste que está contemplado en el proyecto de presupuesto. Pero por el lado de la burocracia sindical lo que prima es el inmovilismo. No se le dio ninguna continuidad al paro del 25 de septiembre. El ex triunvirato de la CGT (ahora “dúo” luego de la salida de Schmid) volvió a lo habitual: no hacer nada. El agrupamiento de Moyano con Palazzo y Pignanelli plantea ir a “rezar a Luján”.
Es que ambos sectores responden al peronismo en sus distintas variantes, que sigue con sus reacomodamientos de cara a 2019, con sus idas y venidas. La novedad de la semana es que, apenas diez días después de lanzado el nuevo espacio entre Pichetto, Massa, Schiaretti y Urtubey, estalló la crisis en el Frente Renovador, expresada en la pelea entre Felipe Solá y Graciela Camaño. Todo alejadísimo de las reales necesidades del pueblo trabajador.
El próximo 24 de octubre se tratará el presupuesto 2019, que contiene el corazón de las medidas antipopulares. Su aprobación es una exigencia central del FMI. Y para eso el gobierno necesita la complicidad del peronismo. El sindicalismo combativo se juega para que ese día se realice una gran movilización de masas rodeando al Congreso contra la aprobación del presupuesto del ajuste. Por eso este jueves se realizará una conferencia de prensa del Plenario Sindical Combativo de Lanús, que encabezan el Pollo Sobrero, de la Unión Ferroviaria Seccional Oeste; Alejandro Crespo, del Sutna, y los Suteba Multicolor, entre otros, para lanzar la convocatoria.
En esa marcha nadie puede faltar. Tenemos que promover que se realicen asambleas en todos los lugares de trabajo que sea posible, sacar pronunciamientos de los cuerpos de delegados, organizarnos desde cada fábrica, oficina o escuela para asistir. Ahí deben estar los jubilados a los que se les quiere reventar más aún sus haberes. La juventud estudiantil, secundaria, terciaria y universitaria, exigiendo más plata para educación. El movimiento de mujeres con todas sus reivindicaciones. Hay que promover actos simultáneamente en el interior del país. Tiene que ser una movilización multitudinaria, un verdadero hito en la pelea contra el ajuste. Y en ese acto tenemos que exigir a los sectores que concurran, tales como el de Moyano, Palazzo y Pignanelli o las CTA, a que, ante el inmovilismo de la CGT, convoquen ellos a un paro nacional de 48 horas, con una gran movilización a Plaza de Mayo y un plan de lucha para enfrentar ahora, y no en 2019, el ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI.