Escribe Diego Martínez
La semana pasada, en declaraciones radiales Alberto Fernández dijo, a modo de justificación del descuento de 25% de los salarios de los trabajadores privados que no desarrollen sus tareas durante la cuarentena, que: “El que no va a trabajar hay un montón de gastos que no tiene, porque no viaja y no come afuera” (Radio con Vos, 6/5/2020). ¿Es cierto que quienes estamos en cuarentena gastamos menos?
Rotundamente no. Al presidente se le olvidó tener en cuenta que en cuarentena las familias pasan la mayor parte del tiempo en sus casas, por lo que los padres deben garantizar las cuatro comidas para todo el grupo familiar, lo que implica un gasto superior al que se realiza en una situación normal. La pandemia exige mantener nuestros hogares higienizados de forma permanente, lo que implica, también, un mayor gasto en limpieza. Los gastos son mayores aún si tenemos en cuenta los siderales aumentos de precios que estamos sufriendo. Aprovechándose del aumento en el consumo, los grandes formadores de precios del sector aumentaron el valor de los cortes de carne entre 70 y 90 por ciento (Página/12, 18/4/2020). Algo similar ocurrió con la verdura y los productos de limpieza, que aumentaron en promedio 40 por ciento. A todo esto tenemos que tener en cuenta que la gran mayoría de los trabajadores venimos con salarios atrasados desde hace meses dado que no se realizaron todas las paritarias de este año y que la inflación de 2019 fue, según el Indec, de 53,9 por ciento.
Como si esto fuera poco, se viene el frío y, al pasar la mayor parte del tiempo en nuestras casas, se va a disparar el consumo de gas de los calefactores. Se calcula que el gasto promedio de una familia en este rubro será entre mayo y septiembre de 4.800 pesos, con un pico de 7.100 pesos en julio (Clarín, 9/5/2020).
En lugar de intentar justificar a como dé lugar el brutal ajuste al salario que realizó su gobierno en acuerdo con los empresarios, la burocracia sindical y la oposición patronal, el gobierno debería preocuparse por garantizar las condiciones para que los trabajadores podamos hacer la cuarentena sin pasar penurias. Esto implica el cobro de 100% de los salarios, ponerle freno a los grandes formadores de precios y al que no cumpla aplicarle sanciones con la Ley de Abastecimiento, anular los tarifazos de los servicios públicos aplicados por el macrismo y constituir un fondo de emergencia ya sobre la base del no pago de la deuda y la aplicación de un impuesto a las grandes riquezas.