Escribe Andi Prieto
El 15 de julio de 2010 la Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en aprobar la Ley de Matrimonio Igualitario. Pero esta victoria no fue obsequio del gobierno de turno sino que fue resultado de años de movilizaciones y grandes luchas de cientos de miles que dieron su vida, que le dieron entidad y fuerza al movimiento de la diversidad contra la Iglesia, que marchó con consignas como “familia hay una sola” y la voluntad de los propios partidos patronales (el bloque del Frente para la Victoria votó dividido casi por mitades).
Dentro de la comunidad de la diversidad hay un fuerte debate sobre esta cuestión, muchas organizaciones fueron, en esos años, cooptadas por el kirchnerismo y su doble discurso de gobierno “progresista” que “concede derechos a las minorías”. Desde allí surgió que esas conquistas no habían sido fruto de nuestra organización y lucha, sino “gracias a Cristina”. Es mentira, el peronismo kirchnerista votó tan dividido como los demás bloques patronales, solo la izquierda apoyó plenamente, en las calles y en su programa, todas y cada una de las reivindicaciones de la diversidad, a pesar de que entonces no tenía bancas en el Congreso. Lo mismo sucedió con la Ley de Identidad de Género en 2012.
Actualmente, nuestro país tiene la legislación más avanzada del continente sobre derechos para nuestra comunidad, pero la discriminación no ha desaparecido. Mientras crece el negocio de los boliches, el “turismo gay” y la “inclusión” lavada del “capitalismo rosa”, jóvenes gays, lesbianas y trans de barrios populares son discriminades en todos los ámbitos, se siguen sucediendo los crímenes de odio, les trabajadoris diverses sufrimos despidos arbitrarios, precarización, trabajo inestable y desempleo a causa de la discriminación por orientación sexual e identidad de género y, en particular, gran porcentaje de la comunidad travesti-trans se encuentra en situación de prostitución y muchas viven en la calle en completa vulnerabilidad. La cuarentena para prevenir la propagación del coronavirus solo agravó estas condiciones de precariedad y miseria a la que los gobiernos nos someten. Esto sucede porque los gobiernos siguen pagando la ilegítima deuda externa y financiando a las iglesias que reciben subsidios para las escuelas confesionales y exenciones impositivas.
Así como conquistamos el matrimonio igualitario, desde Diversidad Izquierda Socialista llamamos a toda la comunidad de la diversidad y les trabajadoris a luchar por todas nuestras reivindicaciones y derechos, como la inclusión laboral travesti-trans, el aborto legal para todas las personas gestantes y la real y efectiva implementación de la Ley de Identidad de Género, que solo serán arrancados organizándonos y con la movilización en las calles.