Escribe Mercedes Trimarchi, diputada bonaerense (m.c.) por Izquierda Socialista en el FIT-Unidad
Las cifras de femicidios y transtravesticidios en nuestro país siguen siendo alarmantes: uno cada veintisiete horas, a lo que se le suma el aumento de la violencia de género durante la cuarentena. Las medidas resultan insuficientes a pesar de los 18.000 millones de pesos destinados al plan.
El gobierno presentó el Plan Nacional de Acción contra la Violencia de Género para el período 2020-2022. El anuncio lo hizo la ministra Elizabeth Gómez Alcorta junto a Alberto Fernández en Olivos, el pasado 3 de julio. Sin dudas, era uno de los anuncios más esperados ya que la violencia machista no cesa.
El informe tiene 235 páginas en las que se enumeran 27 medidas y 144 acciones. Con el título rimbombante en el prólogo “Más que un plan, un cambio de paradigma”, la ministra sostiene que “estamos impulsando políticas públicas que permitan crear condiciones materiales para que las personas y grupos más afectados por las violencias de género puedan desarrollar un proyecto de vida autónomo. El acceso a la vivienda, a la formación laboral y al empleo forman parte de esta definición de políticas de protección integral”. Palabras contundentes, pero veamos en concreto cuáles son las medidas que propone.
En relación con la formación laboral y el empleo, aparecen una serie de capacitaciones para que las víctimas puedan acceder a un mejor trabajo. A su vez, propone una mesa de diálogo con las cámaras empresariales para promover la incorporación de licencias por violencias de género en el sector privado. De lograrse las licencias con goce de sueldo serían un paso adelante muy valioso. Por otro lado, se lanza el programa Acompañar, que consiste en dar una ayuda económica a las personas que se encuentran en situación de riesgo. Pero esa ayuda solo será de 16.875 pesos y por seis meses.
En relación con el acceso a la vivienda, si bien el plan habla de construir/refuncionalizar doce refugios en todo el país y de armar un convenio con los hoteles para que se destinen plazas para albergar transitoriamente a las víctimas, no vemos que haya una verdadera solución habitacional para quienes se vean obligadas a irse del hogar donde se encuentra el violento. Creemos que sería fundamental dar una solución a esta problemática, por ejemplo, acondicionando ya las viviendas ociosas que existen y con un plan de viviendas a corto plazo para que quienes sufrieron violencia de género tengan su casa propia.
En relación con la línea 144 que recibe las denuncias por violencia de género, correctamente se propone en el plan mejorar la coordinación con otras líneas nacionales y, a la vez, se compromete a incorporar más trabajadorxs. Esto es importante porque actualmente se encuentra totalmente desbordada debido al aumento de las llamadas que hubo desde el inicio de la cuarentena. Pero haciendo caso omiso a los reclamos de quienes ya están trabajando en la línea, las nuevas incorporaciones serán con contratos tercerizados y, de esta manera, continuará la precarización que vienen denunciando desde hace años lxs trabajadorxs.
El aborto voluntario no es parte del plan del gobierno
Por último, y no por ello menos importante, queremos señalar que no aparece mencionado el aborto voluntario como una política necesaria y urgente para terminar con la violencia que implica la clandestinidad. No solo es el maltrato por parte de quienes obstaculizan los derechos ya conquistados, como son los abortos legales por causales, sino que también son violentadas las personas que acuden a los centros de salud por complicaciones de abortos mal practicados. Las internaciones por este motivo, de acuerdo con el último dato disponible del Ministerio de Salud de la Nación, ascienden a 39.025 personas en 2016.
Por todo lo expuesto creemos que el plan que presentó el gobierno es insuficiente. Por supuesto que tiene incorporadas algunas de nuestras demandas, y eso es producto de años de nuestra lucha callejera e incansable. Exigimos que se cumplan inmediatamente. Pero no nos podemos engañar, este plan no responde a todos nuestros reclamos ni tampoco a todo por lo que luchamos. Por eso debemos seguir movilizadas como lo venimos haciendo, y también organizadas de manera independiente de todos los gobiernos. Esa será la única garantía para conquistar nuestros derechos. Lo dijimos en las calles, en las redes y lo volvemos a decir, queremos que se cumpla el #NIUnaMenos y el #AbortoLegal.