El viernes 13 de noviembre falleció Miguel Ángel Batista, militante de nuestra corriente morenista desde 1972. Durante más de veinte años participó de la construcción del PST, y luego, del MAS. Miguel Ángel fue el obrero que constituyó la carne y la sangre de nuestra corriente. Por su integridad, por ser un luchador inclaudicable de la clase obrera, por su solidaridad hacia los trabajadores y lealtad a sus compañeros de lucha siempre fue un referente.
Se inició como delegado en Textil Pompeya en 1973, pasó por La Opinión, La Voz y, después de un tiempo en el Sanatorio Güemes, volvió a la industria gráfica. En cada lugar donde estuvo fue elegido delegado por sus compañeros. Alejado ya de la actividad partidaria, formó parte de la organización de vecinos, docentes y alumnos de la Escuela Taller del casco histórico que se movilizaron ante la amenaza de demolición del gobierno de Larreta.
Su vida terminó, pero su ejemplo de luchador queda grabado en la memoria de la clase obrera. Aunque su experiencia le hacía saber que mientras exista esta sociedad capitalista todo triunfo de los trabajadores es transitorio, se fue celebrando una pequeña victoria de la movilización de la escuela, la Justicia le hizo lugar al amparo que impide la continuación de la demolición del edificio. Saludamos a la familia de Miguel, a sus compañeros de tantas luchas y a sus compañeros del local de Pompeya del PST de los '70.