Escribe Mariano Barba
Crecen las ocupaciones de tierras en la provincia de Neuquén. Son 70.000 las familias que esperan conseguir un pedazo de tierra y una vivienda a lo largo de la provincia, mientras los planes de construcción y loteos son muy escasos. No es prioridad para ningún gobierno resolver el drama de la vivienda. Ahora fue el turno en la ciudad de Senillosa, próxima a la capital, donde unas 100 familias, cansadas de esperar alguna respuesta, ocuparon un predio municipal cercano al balneario. La respuesta de la municipalidad no se hizo esperar, ya que con el auxilio de la policía de la provincia y la orden de un juez, se aprestaron a desalojar el predio. Los vecinos se organizaron para resistir y fueron recibiendo el apoyo de distintas organizaciones, entre ellas el FIT-Unidad. Desde Izquierda Socialita asistieron a apoyar la compañera Angélica Lagunas, junto a un grupo de compañeras, entre ellas Julieta Ocampo miembro del centro de estudiantes de Humanidades y Macarena Encina de la comisión de representantes de la emblemática toma Confluencia. La presencia de distintos sectores rodeando de solidaridad y apoyo a los ocupantes permitió superar el cordón policial y asistir con comida y agua a las familias ocupantes, sobre todo a los niños y embarazadas. La firmeza de los ocupantes y el creciente apoyo de organizaciones políticas y sociales obligó a las autoridades a iniciar el diálogo con los voceros de la toma y acordar un acta que encamina un compromiso de las autoridades al acceso a la tierra logrando un primer paso, como es la declaración de la emergencia habitacional en la ciudad que acompañada con la movilización y el estado asambleario de los vecinos podrá avanzar hacia soluciones más de fondo.