Escribe Guillermo Sánchez Porta
El gobierno de Fernández se quitó la careta en su doble discurso sobre educación. A través del ministro Trotta no sólo acordó plenamente con Larreta y Acuña el vergonzoso protocolo que presentaron para el regreso a clases presenciales en CABA sino que también avaló e impulsó el cronograma de regreso a la presencialidad en San Juan, Santiago y Santa Fe desde el mismo 17 de febrero y de todo el país en las siguientes semanas. El 12 de febrero harán una nueva reunión del Consejo Federal de Educación (CFE), donde oficializarán este cronograma y protocolos. No hay “grieta” con Juntos por el Cambio, el Frente de Todos y las diferentes variantes del peronismo y los partidos provinciales como el MPN neuquino. Todos han decidido el regreso a la presencialidad de docentes, auxiliares y estudiantes sin que haya ninguna inversión importante en infraestructura, insumos y nombramientos de personal, ni vacunación a docentes, auxiliares y estudiantes que pueda garantizar un retorno seguro. Como bien dicen nuestros dirigentes de Docentes en Marcha en todo el país, es una política “criminal” del presidente y de los gobernadores.
En algunas escuelas de CABA y otras provincias se obligó a docentes y auxiliares a retornar a las escuelas esta semana. Y como venimos denunciando, en la mayoría no se ha garantizado siquiera las medidas mínimas de entregar alcohol en gel, desinfectantes, artículos de limpieza de baños, aulas y cocinas. No hay elementos para tomar la temperatura a quienes ingresan a la escuela. Los relevamientos que están realizando los docentes confirman lo que venían denunciando los sindicatos combativos: no se han acondicionado las aulas con mayor ventilación y arreglos de puertas, ventanas, vidrios, techos.
Los protocolos no resuelve el transporte escolar en las ciudades donde los estudiantes viajan en transporte público con miles de personas que ya, sin el regreso escolar, viajan hacinadas. En el caso de CABA, Larreta y Acuña definieron que el sistema de “burbujas” para el aislamiento sea de 30 chicos, en aulas donde ya están apretados. ¿Dónde está el aislamiento y el cuidado de la salud? Más absurdo es la situación de la docencia, obligada a romper las burbujas porque debe dar clases en todas las escuelas y los cursos que da en situación de normalidad, en 2, 5 o 10 “burbujas” diferentes. Si salta un caso de Covid, automáticamente las burbujas deben aislarse por 14 días. ¡Los “protocolos seguros” son absurdos e impracticables!
Pese a esto, el gobierno nacional y los gobernadores insisten y mienten para dar “tranquilidad”. Larreta y Acuña se niegan a ir a una citación judicial para explicar denuncias de sindicatos. Rechazan participar en cualquier debate público con los dirigentes docentes que los denuncian. Fernández, Trotta y los gobernadores ni siquiera cumplen con su propio “semáforo sanitario” acordado el año pasado que indica que cada un cierto número de casos de Covid por habitante, no se puede regresar a la escuela. Según ese “semáforo” hoy en ninguna provincia se puede regresar. Por eso lo van a “modificar” en la reunión del CFE. Todos serán responsables de la expansión del Covid, de las enfermedades y muertes que puedan suceder en las familias trabajadoras.
El peronismo y Cambiemos coinciden en retomar “como sea” las clases presenciales porque necesitan “normalizar” el sistema productivo, que no haya más trabajadores de licencia por cuidar sus hijos, y garantizar las ganancias de los empresarios. Las escuelas privadas quieren recuperar los cobros mensuales de su negocio educativo. Se apoyan para ello en que la docencia y las familias están cansados de la pandemia y la virtualidad. Pero a medida que los docentes van yendo a las escuelas y los estudiantes y las familias se vayan acercando, la realidad será un cachetazo que hará cuestionar aún más la presencialidad.
Como dicen los docentes, para abrir las escuelas hacen falta recursos, no discursos. Se puede ir a un sistema mixto, semi presencial, combinado grupos pequeños con presencialidad semanal con la virtualidad, hasta que se garantice la vacuna para todos. Pero para eso es necesario invertir dinero en infraestructura, insumos, nombramiento de más personal auxiliar y docente, conectividad y tecnología gratuita para docentes y estudiantes, transporte escolar y salarios dignos. Es necesario, como proponemos desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda, declarar la emergencia educativa nacional con una partida presupuestaria para educación ya. Ese dinero debe salir de los pagos de la deuda externa, quitar los subsidios a la educación privada y fuertes impuestos a las grandes empresas, oligarquía y multinacionales. Llamamos a todos los trabajadores a exigir juntos la emergencia educativa y a apoyar la lucha de los docentes que defienden la educación y la salud de todos.